Macri, Carrió, la mutua conveniencia y el doble filo

Macri, Carrió, la mutua conveniencia y el doble filo

El Presidente y la diputada nacional cultivan una relación pendular, que va de los gestos cómplices a chispazos que amenazan con dinamitar el vínculo

Elisa Carrió ingresaba tarde a la multitudinaria reunión de comisión para darle visto bueno al dictamen de la reforma política cuando la frenó Vilma Ripoll, en la antesala del enorme salón en al anexo de Diputados, un rato después del mediodía del pasado jueves. "¡Te estás dando todos los gustos!", la saludó divertida la dirigente del MST. La diputada sonrió y siguió su paso.

"Es que ahora tengo todo el poder. Hay que aprovecharlo", suele repetir Carrió insistente entre sus íntimos. Integrante fundacional de Cambiemos, "Lilita" disfruta de su pertenencia a la coalición de gobierno y la exprime al máximo. Se transformó en los últimos meses en la denunciante más dañina e intransigente de la política local, y construyó con Mauricio Macri una relación de mutua conveniencia atravesada por el doble filo. Durante la semana, uno de los jueces federales de los tribunales de Comodoro Py más influyentes y experimentados del fuero se mostró convencido de que detrás de las duras advertencias de la diputada sobre ellos estaba la mano del Presidente. Furioso, el juez se desahogó anteInfobae: "¡Estamos en el peor momento, esa señora (Carrió) puede decir cualquier cosa y nadie hace nada, es un descontrol absoluto!". A su lado, otro veterano magistrado asentía con la cabeza.

En el entorno de "Lilita" descartan de plano que Macri impulse entre bambalinas las críticas de su socia contra la Justicia. Pero lo cierto es que, hasta ahora, el Presidente no hizo nada para desalentar esa versión. Al contrario: la deja correr. Los reiterados fastidios presidenciales sobre la labor de los jueces alimentan la hipótesis.

El caso de la Justicia es solo un ejemplo de cómo uno de los actores más influyentes del sistema político y del "círculo rojo" analiza el accionar de la dupla Macri – Carrió. Equivocado o no el análisis, el Presidente y la líder de la Coalición Cívica sacan provecho de esa sociedad. Ella por su posición de poder. Macri, salpicado por algunas cuestiones de su pasado empresario en las que la propia "Lilita" machacó en más de una oportunidad, por la blancura que la diputada derrama sobre él. Pero la relación amaga a cada rato con resquebrajarse cuando ella avanza sobre aquellos casilleros en los que ni el propio mandatario puede controlar. Un peligro constante.

 

Abundan los casos. La semana pasada, la líder de la CC arremetió con crudeza contra Carlos Daniel Tomeo después del allanamiento dispuesto por la Justicia en propiedades del empresario en el country Abril, en la localidad bonaerense de Berazategui, tras una denuncia de la diputada por evasión y lavado de dinero y de sindicarlo como supuesto testaferro de Aníbal Fernández por sus vínculos universitarios. Las derivaciones del escándalo enlodaron al Gobierno: una donación del empresario, al menos en los papeles, de 95.000 pesos a la fórmula de Cambiemos para el ballotage del 22 de noviembre pasado, según los registros de la Cámara Nacional Electoral.

"¿Qué hacemos, vamos igual?", le preguntó un asesor a Carrió en la tarde del pasado viernes 23 en relación a la recorrida que la diputada había agendado para la mañana siguiente junto a José Torello, íntimo asesor presidencial, apoderado del PRO y de la alianza gobernante y uno de los responsables del aporte de Tomeo a la campaña de Macri. "Sí, es un problema de ellos", se desligó "Lilita". El sábado 24, Torello viajó hasta Exaltación de la Cruz: distendidos, participaron juntos del timbreo nacional encabezado por el Presidente. Hasta hicieron compras en una reconocida cadena chilena de artículos para el hogar, la construcción y de ferretería.

Otro de los ejemplos de la tensión en la relación Macri-Carrió pasó inadvertido. En una de sus ráfagas de denuncias la diputada aseguró que además de Tomeo, de los jueces, de Daniel Scioli y de todas las mafias de la provincia de Buenos Aires también había empezado a investigar a "todos los intendentes". Lo dijo dos días antes de la multitudinaria cumbre de jefes comunales en Tecnópolis encabezada por el jefe de Estado. En rigor, los asesores de la líder de la CC empezaron a hurgar en el patrimonio de algunos de ellos. Macri capitaliza los dividendos de la sociedad: cuando le conviene se llama a silencio. A propósito de Scioli, el fiscal Álvaro Garganta, que investiga al ex gobernador por supuesto lavado de activos, pidió ayuda a la Unidad de Información Financiera (UIF), una noticia poco deseada por el ex candidato

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