Macri apura renuncia de Vanoli y buscar remover a su directorio ni bien asuma

Apurarán la conformación de una Bicameral cuyo dictamen permitirá desplazar a los 9 miembros del Directorio del Banco Central que no están a tiro de decreto. Aspiran incluso a obtener renuncias antes de llegar a eso. Fondos frescos y el control de la entidad son claves para eliminar el cepo

Legisladores y economistas de Cambiemos quieren apurar la transición en el Banco Central (BCRA) mediante la conformación de una Bicameral que termine con los mandatos del presidente de la entidad, Alejandro Vanoli, y su directorio. Junto con la obtención de financiamiento fresco, el control de la autoridad monetaria es una de las dos claves que necesita el Gabinete Económico del Gobierno entrante para eliminar el cepo y dejar que el dólar salte.

El presidente electo Mauricio Macri dejó ayer claro su objetivo de remover a Vanoli. "Vamos a hacer todo lo necesario para poder tener gente en la cual confiemos", dijo tras aclarar que esperaban contar con su renuncia.

Pero para llevar adelante su plan de eliminar el cepo lo antes posible el equipo económico de Cambiemos necesita dos cosas: conseguir financiamiento externo para reforzar las reservas y el control del BCRA. Para esto último la cabeza de Vanoli no es suficiente, se necesitan seis asientos en el directorio de la entidad.

El Gobierno saliente se encargó de dificultar esa posibilidad. Nombró, con acuerdo del Senado –donde tiene mayoría– a 8 personas para los 9 asientos disponibles en el directorio, más allá del del propio Vanoli.

Sólo el sillón del vicepresidente, Miguel Ángel Pesce, está disponible. El radical transversal está nombrado "en comisión" (sin acuerdo parlamentario) por lo que está a tiro de decreto de una remoción y reemplazo.

De los otros ocho, tres tienen mandato aprobado por el senado hasta 2019 (Sebastián Aguilera, Pedro Biscay y Germán Feldman) y cinco hasta el año 2021 (Bárbara Domatto Conti, Mariano Beltrani, Alejandro Formento, Flavia Marrodán y Juan Cuattromo). El gobierno electo necesita al menos cuatro de estos puestos.

Conseguir las seis sillas no es difícil, a Macri le alcanza con no imitar el ejemplo de Cristina Fernández de Kirchner que, en 2010 trató de terminar con el mandato del entonces presidente de la entidad Martín Redrado con un decreto de necesidad y urgencia. Eso terminó con un fallo judicial que repuso al banquero en su cargo quien, luego, renunció a su puesto.

El método correcto es bastante más sencillo. Alcanza con que el apenas asumido Presidente consulte al Congreso sobre la continuidad del mandato de todo el directorio. A esa consulta debe responder una comisión bicameral encabezada por la presidenta del Senado, la vicepresidenta electa Gabriela Michetti, y compuesta los presidentes de las comisiones de Presupuesto de ambas cámaras, el presidente de la Comisión de Finanzas de la Cámara de Diputados y el de la Comisión de Economía Nacional del Senado. 

El problema son los tiempos. La creencia entre el gabinete económico de Cambiemos es que cuanto más se tarde en abrir el cepo más difícil será hacerlo. Con lo cual no pueden esperar hasta febrero, cuando la nueva composición del Senado surgida de las elecciones de octubre se distribuya las comisiones y nombre a sus representantes en la bicameral.

El objetivo del Gobierno entrante es que la Bicameral funcione de inmediato, en diciembre, en base a las comisiones que formen los diputados recién asumidos y con la conformación actual de las comisiones del Senado. 

Esta Bicameral estaría lejos de ser propia de Cambiemos. Además de Michetti la compondrían el kirchnerista Juan Manuel Abal Medina que preside la Comisión de Presupuesto del Senado y, en principio, la radical Laura Montero, que preside la de Economía. Pero la mendocina asumirá en diciembre como vicegobernadora de su provincia, con lo cual sería heredada por su vicepresidenta Graciela de la Rosa, del Frente Para la Victoria (FPV).

Los otros dos puestos en la comisión para remover al Directorio del BCRA saldrán de Diputados, donde el nuevo Gobierno tiene más peso (la mayoría en el Senado es del FPV). 

"Las comisiones de diputados se eligen el 3 de diciembre, y habrá puja, pero la de Presupuesto –por estilo va al oficialismo– probablemente sea de Cambiemos", dijo Pablo Tonelli, diputado del PRO.

Lo interesante es que Macri no necesita que la Bicameral vote a favor de la remoción del Vanoli y su directorio. El dictamen de esa comisión no es vinculante, con lo cual puede recomendar mantener o sacar a todos de sus puestos. Aún con una evaluación positiva para los actuales ocupantes de la autoridad monetaria, el nuevo Presidente tiene lo que necesita para terminar con todos los mandatos a través de un decreto.

"Aspiramos, incluso, a negociar una renuncia previa de al menos algunos de los miembros del directorio", dijo un colaborador del gabinete económico macrista. 

La esperanza de los funcionarios del nuevo Gobierno es que la sola perspectiva de una pulseada de varias semanas inspire a Vanoli y los suyos a abandonar sus puestos antes del 10 de diciembre. Incluso, según fuentes del Gobierno electo, una de las principales espadas económicas tiene el rol de conversar con los propios involucrados esa posible salida.

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