El presidente Mauricio Macri anunció la puesta en marcha de una obra que va a revolucionar el distrito porteño, pero dejó un aviso inquietante: admitió que por la obra, "va a ser un lío tremendo la Ciudad durante dos años y medio". Sin embargo, pidió "paciencia" e instó a que se piense en la importancia que tendrá la reforma, "así todo pasa mucho más rápido de lo que uno imagina".

Durante la ceremonia que puso en marcha el proyecto que conectará las autopistas Buenos Aires-La Plata y la Illia, el Presidente -acompañado por el jefe de Gobierno, Horacio Rodríguez Larreta, y la gobernadora María Eugenia  Vidal- se permitió una humorada.

Esta vez la disgresión tuvo clave política: destacó la necesidad de "acercar" a Vidal, porque "si la dejamos tan lejos, se va a portar mal". Este encuentro fue el tercero que el mandatario comparte con la gobernadora en la semana para analizar los planes de obras para Buenos Aires, la provincia clave para las próximas elecciones legislativas.

En este marco, ayer se difundió un estudio de investigación realizado por la consultora Management & Fit sobre la preferencia política de los bonaerenses: la mayoría aprueba la gestión de Vidal, desaprueba la de Macri y si los comicios se realizaran hoy el partido más votado sería el Frente Renovador.

En su discurso, el mandatario volvió a defender el acuerdo por productividad anunciado para la explotación del yacimiento no convencional de Vaca Muerta, reiteró que su Gobierno trabajará para reducir la pobreza en el país y remarcó que "cada día vamos a estar un poco mejor".

Por otro lado, se refirió a la actividad que compartió ayer con el gobernador de Córdoba, Juan Schiaretti, y señaló que implica "trabajar de otra manera, dialogando juntos, sin importar de qué partidos somos". "Así vamos a lograr cosas importantes", dijo.