Por Silvia NaishtatDialogó con los dirigentes que se acercaron a Mar del Plata. Por la mañana, desayunó con los líderes del FAP.
Según pudo reconstruir Clarín , Lula quiso saber los motivos del cepo al dólar , por qué se pesifican las deudas provinciales, qué pasa con la inflación , y cuál es el clima social.
Lula se refirió a su propia experiencia y remarcó que Brasil crece por “la estabilidad en los precios, la estabilidad jurídica, rigor fiscal y la firme decisión de políticas activas de inclusión social”. Fueron conceptos que había vertido en la cena de IDEA el miércoles por la noche y que los cerca de 900 empresarios, políticos y sindicalistas agradecieron. Tanto, que en las encuestas internas que realiza IDEA para evaluar a los participantes, Lula obtuvo 9,80 en un puntaje de 1 a 10. Es la nota más alta jamás obtenida por un disertante .
Eso sí, Lula no se privó de dar consejos para construir una alternativa.
“Abandonen el sectarismo”, alentó. Así les contó que para pasar el 30% de su caudal histórico de votos a ganar las elecciones en 2003 tuvo que despojarse de los prejuicios y entender que no es “burgués” aquel que tiene un auto y quiere progresar. “Tuve que pasar de dirigirme a mis compañeros del Partido a incorporar al conjunto de la sociedad y ese cambio incluyó como compañero de fórmula a un empresario, José Alencar.
Fue la primera vez en la historia de Brasil que dos personas, un obrero y un empresario llegaban al máximo cargo sin título universitario”.
También elogió el surgimiento del FAP, el Frente Amplio Progresista y les pidió que no abandonen ese rol de oposición “capaz de discutir el rumbo de la Argentina sin volver hacia atrás . No pueden retornar al pasado”.
Ante una pregunta de Binner, Lula planteó que hay que apelar a la profundización de los mecanismos democráticos y se explayó sobre la relación con los empresarios. Uno de los asistentes asegura que lo hizo de este modo: “Cuando asumí, los empresarios me rechazaban pero apelando a los propios mecanismos democráticos pudimos poner límites y orientar el papel del empresariado en nuestra sociedad.
La democracia es el camino para encarar las transformaciones”.
Tal vez por el cáncer de laringe que padeció, Lula tomó varios vasos de agua durante la conversación y en algunas pausas se refirió a la importancia de la alternancia en el gobierno y cuestionó a la inflación, a la que calificó como el impuesto de los pobres.
Para el momento de la despedida Lula se reservo una inquietud. Según el testimonio de dos de los participantes, les dijo: “ Estuve con Unidos y Organizados y fue (Amado) Boudou. Me llama la atención el fervor con el que apoyan al gobierno. En Brasil el PT apoya el gobierno pero también critica. Yo valoro las críticas”.
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