Luján subterráneo: acuíferos al límite o por encima de su capacidad

Luján subterráneo: acuíferos al límite o por encima de su capacidad

Un relevamiento encarado por Provincia expone que el principal suministro de agua potable registra un uso no sustentable. El Acuífero Puelchense, destinado a proveer la red pública, muestra niveles de sobreexplotación que superan su capacidad natural.

Los acuíferos son invisibles a los ojos. Pero existen y cumplen una tarea fundamental en la zona pampeana. Esas reservas subterráneas de agua aportan un elemento esencial para el consumo humano y una amplia gama de actividades. Como todo recurso natural, son finitos. Es decir, deben ser objetos de una explotación racional que permita una proyección sustentable.

A nivel local, varios trabajos encarados por la academia marcan desde hace décadas la necesidad de mejorar los controles. En 2017, los resultados de un estudio abordado por la Autoridad del Agua (organismo que a nivel Provincial tiene competencia directa en estos temas) refuerzan las preocupaciones de los especialistas.

En su paso por Luján, el Acuífero Puelchense presenta una disponibilidad “restringida”, esto significa que su explotación se encuentra por encima de su caudal máximo. Dicha reserva aporta el agua necesaria a la red pública. Es también utilizada por empresas que necesitan grandes caudales y con el correr de los años creció un empleo para actividades suntuosas que bien podrían garantizarse con otras fuentes.

El biólogo Fernando Momo (Universidad de Luján y Universidad de General Sarmiento), quien dos décadas atrás formó parte de un equipo que estudió la calidad química y física de los acuíferos en Luján, opinó que “hay una serie de cosas que habría que manejarlas con un poco más de restricciones, sobre todo a partir de este informe que dice que estamos por encima del nivel de explotación”.

“La disponibilidad restringida del Puelchense en Luján parece bastante razonable según lo que sabemos y venimos insistiendo hace tiempo en regular el uso suntuario de las aguas subterráneas potables”, agregó.

EL TRABAJO

El estudio encarado por la Autoridad del Agua consiste en un mapeo de toda la Provincia. Distrito por distrito indica las condiciones en que se encuentran los acuíferos mediante tres categorías de disponibilidad: buena, condicionada y restringida. La primera de ellas aplica “a todos los cursos y cuerpos de agua subterráneas cuyas características hidrológicas e hidráulicas presentan un caudal de uso actual por debajo del caudal máximo de aprovechamiento sustentable”. La segunda, en cambio, define a los acuíferos que “presentan un caudal de uso actual que se encuentran en el orden del caudal máximo de aprovechamiento sustentable”. Y por último, como ya se explicó, las situaciones en las cuales la utilización de los acuíferos resulta no sustentable. 

La estructura de aguas subterráneas se compone de tres niveles (más un cuarto poco utilizado en la zona y con altas dosis de salinidad). La napa freática, la más superficial de todas y destinada a recibir las descargas cloacales de pozos ciegos, tiene en Luján un uso condicionado. Lo mismo ocurre con el Acuífero Pampeano, a veces utilizado para consumo humano y actividades como riego.

El relevamiento encarado por la Autoridad del Agua buscó definir la disponibilidad de agua superficial y subterránea a partir de información científica, otra ya existente en el organismo provincial e informes hidrológicos, entre diversas fuentes. El trabajo se propone como herramienta para avanzar en “una planificación hidrológica y gestión integrada de los recursos hídricos de manera sostenible”.

También hace algunas décadas, otro estudio de especialistas de la Universidad Nacional de Luján llamaba la atención. En ese caso se abordaba el uso de los acuíferos para riego. “Es urgente una tarea de difusión de la problemática a nivel de la población y una mayor presencia del Estado en la organización territorial, el apoyo y el control de las perforaciones (…) Estas condiciones naturales ventajosas, deben aprovecharse a fin de que la explotación de estos acuíferos asegure el mantenimiento de la disponibilidad y calidad de sus aguas, teniendo en cuenta que los datos de prospección y caracterización del recurso hídrico subterráneo se presentan como escasos y circunscriptos a algunas zonas y que existen trabajos que indican importantes niveles de contaminación vinculados, sobre todo, al mal manejo de efluentes de origen industrial y humano (insuficiente o inexistente red de distribución de agua y red cloacal)”, recomendaban.

REGULACIÓN

Momo insistió con una lectura de los resultados que indica “la necesidad de que el Estado tome algunas medidas de regulación de usos”.

- ¿Cómo es la estructura de acuíferos en esta zona?

- Primero tenés el Freático. El trabajo que hizo Provincia lo llama ‘libre’, porque es muy superficial y está conectado con los arroyos y los ríos. Eso no se usa para consumo. Antiguamente se usaba con las bombas de mano. Se usa para pozos ciegos, cinco o seis metros según el lugar. Después viene el Acuífero Pampeano, a unos 30 metros, que es compuesto. No es continuo. Sino que son como lentejas de agua que no están totalmente conectadas entre sí. Se usa para consumo, sobre todo si está bien encamisado el pozo. Acá en Open Door se usa mucho. En zonas con mucha densidad urbana se empieza a deteriorar. También se usa para riego, porque tiene más nitratos por influencia de la actividad agrícola. Para beber a veces no es recomendable, sobre todo para lactantes. Y después tenés el Puelchense, a 50 metros o más. Es confinado y continuo. Conecta una zona muy amplia, desde el sur de Córdoba. Abarca más de media provincia. Lo usamos para las perforaciones de alto consumo. Por ejemplo el agua corriente de Luján se saca del Puelchense. Muchas fábricas lo utilizan por la calidad y el caudal. Necesitan grandes caudales. Es un acuífero que en general tiene muy buena calidad.  

Ahora se usan muchas perforaciones al Puelchense para riego o para llenar piletas de natación, usos que necesitan caudales altos. Eso es un problema porque no hay ningún control sobre eso.

- ¿Cómo se controla eso?

- No hay un marco legal muy claro. Este informe de la Autoridad del Agua creo que apunta a la regulación del uso en un marco con más base científica. No hay ningún tipo de gravámenes y regulación en cuanto al uso. Si se hace un uso suntuario, no se cobra nada por eso. Lo que sí hay es una regulación sobre los perforistas. Hace muchos años se aprobó una ordenanza que obliga a los perforistas a hacer un curso para evitar malas perforaciones. Y hay una matriculación, pero es algo que vence. Hay muchos que tienen la matrícula vencida. Toda empresa que quiera hacer una perforación debe recurrir a un perforista matriculado. Lo que no sé es cómo está la aplicación de todo eso. Creo que hay que ampliar un poco el tema de regulación del uso.

- ¿En qué sentido?

- Por ejemplo si vas a regar una cancha de golf, no debería hacerse una perforación al Puelchense. No tiene sentido y es peligroso para el acuífero, porque si tenés un consumo muy alto las probabilidades de una contaminación puntual aumentan. Y además para regar te sirve un agua de menor calidad. Hay una serie de cosas que habría que manejarlas con un poco más de restricciones, sobre todo a partir de este informe que dice que estamos por encima del nivel de explotación.

- ¿Tiene una incidencia real el uso para riego?

- Sí, porque usan bastante caudal y muy seguido en verano. Para un uso que no es de agua potable, no tiene sentido. Yo digo que es un uso suntuario. El agua de alta calidad se debe destinar a consumo humano, no a regar.

- ¿Qué riesgo genera este uso excesivo?

- Hay dos cuestiones. Una es que la baja del caudal puede hacer que en algunos lugares haya problemas con el suministro. A lo mejor una perforación domiciliaria en algún momento del año no puede bombear agua, porque hay menor nivel. Depende del tipo de bombas. El otro problema es que cuando vos bombeas en exceso en algún punto se produce un cono de depresión, es decir, una zona donde el nivel efectivo del agua baja un poco. Eso produce succión. Si alrededor de esa zona tenés una perforación en mal estado, corrés el riesgo de que se contamine localmente con el otro acuífero, que pase agua de menor calidad para abajo, ya sea del Freático o del Pampeano. Eso es complicado porque no tenés recambio. Si se te jode el Puelchense no tenés otro para recurrir. Tiene un recambio lento, cualquier cosa que lo ponga en riesgo de contaminación de algún tipo lleva muchos años revertir. Por eso el manejo tiene que ser cuidadoso. No es un riesgo alto, no es tan probable que pase, pero más lo descuidas, el riesgo aumenta.  

El dato

Como parte del trabajo encarado por la Autoridad del Agua, en lo que respecta a aguas superficiales, la cuenca del río Luján presenta una disponibilidad “condicionada”.

Luz roja

En su presentación a la Corte Suprema de Justicia por la causa contra la central termoeléctrica, la Fundación Ambiente y Recursos Naturales utilizó el mapeo efectuado por la Autoridad del Agua hace dos años, a partir del importante uso del Acuífero Puelchense que prevé el funcionamiento de la planta: “En Luján, la Autoridad del Agua (ADA) determinó que la disponibilidad del puelche es ‘restringida’, es decir, que presenta un caudal de uso por encima del máximo de aprovechamiento sustentable”.

Consultoría ambiental

Esta semana fue presentada una Consultoría Ambiental, a cargo del Instituto de Ecología y Desarollo Sustentable (INEDES), organismo que depende conjuntamente de la Universidad Nacional del Luján y del CONICET.

Según explicaron sus impulsores, “el objetivo de este consultorio -el primero de este tipo en el país- es el de brindar a la comunidad orientación para la búsqueda de soluciones relacionadas con los problemas que surgen en el ámbito de los ecosistemas urbanos, industriales y/o rurales”.

El espacio está conformado por un grupo interdisciplinario de abogados, biólogos y licenciados en información ambiental: “Esta iniciativa busca crear un centro de referencia de la comunidad en el ámbito ambiental, cuyos servicios se encuentren dirigidos a personas físicas y/o jurídicas para asesorarlos respecto de sus derechos y obligaciones ambientales, y sobre diversos aspectos técnicos, con la finalidad de elevar su nivel de calidad de vida de la población de la localidad de Luján y alrededores”.

Entre sus funciones y servicios, se incluirá el asesoramiento jurídico-ambiental y derivación de casos a especialistas externos; la derivación de estudios de laboratorio, muestreos, relevamientos, análisis primarios y de evaluaciones de impacto ambiental; la organización de cursos y/o de capacitaciones breves para sensibilizar a la población en diversas problemáticas ambientales; y la asistencia técnica a instituciones o empresas públicas o privadas.

En su arranque, la Consultaría Ambiental cuenta con la participación de Clara Minaverry, Carolina Rodríguez Castro, Raúl Matranga y Adonis Giorgi, todos ellos pertenecientes al INEDES. A su vez, se prevé que se incorporen otros profesionales, pasantes y estudiantes que aporten conocimientos y/o experiencia de trabajo multidisciplinario.

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