San Luis tiene su tercera camada de Pilotos Privados

San Luis tiene su tercera camada de Pilotos Privados

Fueron seis los alumnos del Centro de Instrucción de Vuelo del Aeropuerto Internacional Valle del Conlara que recibieron su título después de mucho esfuerzo y preparación.

Después de llevar a cabo sus exámenes teóricos y prácticos frente a expertos de la Agencia Nacional de Aviación Civil (ANAC), egresó la tercera camada de Pilotos Privados de avión formados en el Centro de Instrucción de Vuelo (CIV) del Aeropuerto Internacional Valle del Conlara (AIVC).

 

Fueron seis los alumnos que obtuvieron sus licencias de Piloto Privado de Avión, después de completar el primero de los cursos que ofrece el centro de formación y que les permite seguir avanzando y accediendo a las licencias posteriores.

 

Los seis pilotos que, después mucho estudio y prácticas de vuelo, conquistaron el tan preciado título fueron Federico Danieli, Alberto Risolo, Víctor Manuel Endeiza, Kevin Bomone, Daniel Díaz y Juan Martín Divizia.

 

Este último flamante piloto de 28 años, señaló que haber logrado este objetivo siempre fue su sueño. “Quería ser piloto y no se me daba porque todos los cursos se dictaban fuera de San Luis y tenía que irme a otra provincia, lo que no estaba dispuesto a hacer. Cuando abrieron el Centro de Instrucción de Vuelo fui uno de los primeros alumnos que se inscribieron, si bien no de los primeros que se recibieron”, relató Divizia.

 

Como a él, el CIV les brindó a todos los estudiantes para Piloto Privado capacitación de primer nivel, con instructores expertos que lograron formar a nuevos profesionales de alta calidad. “Después de interiorizarme en todo el tema aeronáutico, elegí el CIV por su alto nivel académico, ya que no sólo exigen las horas de cursado sino las de vuelo, y también las de simulador que ninguna otra ofrece. El hecho de tener todo en el Centro –teoría, simuladores y aviones- facilita mucho la carrera”, aseguró Divizia.

 

Su compañero Endeiza, de 42 años, otro de los flamantes pilotos privados comentó: “Decidí estudiar en el CIV porque tenía referencias de que era un centro espectacular, mientras que conocía otros que eran más básicos”.

 

Como su colega, Endeiza destacó el grupo de profesionales altamente capacitados, lo cual facilitó mucho la cursada. “Estuve muy a gusto y me sentí muy seguro”, afirmó y agregó que la decisión de estudiar para piloto se debió a un gusto personal: “Lo hice para volar por mi cuenta, para pasear y disfrutar”.

 

Mientras que Divizia planea seguir hasta alcanzar la licencia máxima que ofrece la carrera, la de TLA o Transporte de Línea Aérea, Endeiza aseguró que posiblemente siga estudiando para saber más pero sin ejercer las licencias consecutivas.

 

Mientras tanto, ambos profesionales coincidieron en destacar “el grandioso equipo de instructores de alto nivel que conforman el CIV y el AIVC, todas personas muy cordiales, que nos brindaron su apoyo de forma permanente y que nos hicieron sentir que somos una gran familia”, afirmó Divizia.

 

Además de expresar su agradecimiento para con el CIV y sus instructores, los egresados se animaron a recomendar el Centro para aquellos jóvenes que deseen formarse como pilotos: “Mi consejo es que se informen en el CIV, que llamen al Ente de Desarrollo Aeronáutico (EDA) en San Luis o a algún instructor para interiorizarse;  que pregunten cómo se cursa porque muchas personas tienen miedo, por ejemplo, a la parte económica pero la verdad es que se puede planificar y se puede hacer el curso hasta en dos años, además de invitarlos a que no dejen pasar esta oportunidad única que nos ofrece San Luis”, dijo Divizia. En tanto Endeiza remarcó que “es una carrera que tiene grandes expectativas en un país que aerocomercialmente tiene que crecer mucho más. Esos chicos tienen un enorme futuro y mucho trabajo por delante”.

 

 

 

El examen estuvo a cargo de la ANAC

 

El inspector encargado de evaluar a los estudiantes para que pudieran acceder a la licencia de Piloto Privado fue Néstor Agustín Velarde, de la Agencia Nacional de Aviación Civil. “El examen -contó el experto de la autoridad aeronáutica nacional- es de idoneidad y se toma una vez que los chicos tienen listo el curso teórico correspondiente”. En este caso, el CIV solicitó un inspector a la ANAC y después de constatar que todo estuvo en orden, los papeles requeridos y el examen teórico aprobado, se pasó a la evaluación práctica.

 

Velarde comentó que “realizamos un vuelo de una hora, durante el cual les tomé maniobras básicas, emergencias, toques y motores (maniobra para el aterrizaje) y posición con respecto al aeródromo, mientras que a la teoría la rindieron en la página de la ANAC, donde cargamos un examen on-line con 100 preguntas”. Respecto al nivel de los egresados, Velarde no pudo dejar de mencionar que, durante la evaluación, se encontró con un nivel de preparación muy destacado por parte de los alumnos. 

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