Luis Majul: "Los años del kirchnerismo fueron los más duros para ejercer el periodismo"

Luis Majul:

El periodista y conductor habló con Infobae sobre su nuevo proyecto, una muestra que incluye hitos de Rodolfo Walsh y Jorge Lanata. Compartió detalles del próximo libro de su editorial, la autobiografía de Jorge Rial, y habló del robo a Longobardi: "No fue al voleo"

Luis Majul está exultante, y el motivo de su entusiasmo no se encuentra en una planilla de ráting sino en el interior de una moderna casa en la calle Concepción Arenal: es el proyecto "Cuarenta años de periodismo argentino: de Walsh a Lanata", una ambiciosa muestra que repasa hitos como la Carta Abierta a la Junta Militar y las tertulias radiales de Alejandro Dolina y que, según el propio Majul, tiene como objetivo "demostrar el amor que junto a cientos de colegas tenemos por el oficio".

Esta iniciativa, sin embargo, es solo una parte de sus planes. Con la mudanza de La Cornisa Producciones al barrio de Chacarita, Majul concibió sus nuevas oficinas como un multi-espacio abierto al público, bautizado Margen del mundo, que albergará, además del museo, una radio online, un café, una escuelita de periodismo, una biblioteca, un auditorio y hasta un "speaker´s corner" ("es solo el decimotercero en el mundo, y estará acá", dice orgulloso).

A días de su inauguración, una de las principales figuras del canal América recorrió junto a Infobae la muestra y habló sobre su propia trayectoria de más de 30 años, lo que significó el kirchnerismo para el periodismo, y el próximo gran lanzamiento de su sello editorial, una autobiografía de Jorge Rial que adelanta será "brutal".

-Dijiste hace poco que el kirchnerismo quiso acabar con el periodismo y hasta con algunos periodistas. La apertura de esta muestra y la expansión de La Cornisa pueden interpretarse como una demostración de fuerza de tu parte, que no pudieron con vos?No. "Cuarenta años de periodismo argentino: de Walsh a Lanata" no es una demostración de fuerza, es un intento de demostrar el amor que tenemos por el oficio, no solo yo que estoy detrás de la idea, sino cientos de colegas que lo sienten igual que yo. Es un intento de achicar la grieta que, de manera agresiva y ficticia, planteó el Gobierno con descalificaciones, agresiones personales y poniéndonos a todos bajo el gran malhechor, el gran enemigo que fue Héctor Magnetto. Y el objetivo también es unirnos en lo que nos podamos unir, manteniendo nuestras propias posiciones. Ahí están, por encima de los prejuicios, Horacio Verbitsky, Víctor Hugo Morales, Jorge Lanata, Osvaldo Bayer, Mario Pergolini, Juan Antonio Badía, porque fue a partir de una encuesta en la que terminó determinando la gente quiénes fueron los periodistas mas influyentes de los últimos 40 años. Ahí ves que la gente está por encima de esa grieta.

-De todos los gobiernos tras el regreso de la democracia, ¿el kirchnerista fue el más duro para ejercer el periodismo?Yo creo que sí. Los años kirchneristas fueron los más duros, los más agresivos, pero de los que más aprendizaje podemos sacar. Yo le digo a los colegas de mi generación y otras generaciones, que están desanimados porque los quisieron destruir, porque los insultaron desde la pantalla de la televisión, que es una buena oportunidad para hacer mejor periodismo, periodismo de calidad, mas enamorado del dato, mas pendiente de los detalles. La muestra apunta a eso.

-¿Por qué limitar la historia del periodismo argentino a los últimos cuarenta años?Fue una elección absolutamente deliberada. Antes de decidir qué íbamos a poner en la muestra, analizamos todas las etapas de la historia del periodismo. Hay etapas fabulosas, como la que vivió Natalio Botana, pero para nosotros y para mí como periodista, la que arranca en el 74, con Walsh, con la muerte de Perón, y termina en nuestros días con Lanata incidiendo directamente en la realidad argentina, es la más apasionante, la que más le puede interesar a la gente, y la que más debate puede generar.

-¿Quiénes fueron tus maestros en tus inicios?No está en esa lista de 40 periodistas, pero Carlos Ares, fundador de TEA y corresponsal durante mucho tiempo de El País de Madrid, fue mi maestro. Yo amé el periodismo porque comprendí cómo lo amaba él, que hoy es mi amigo. Cuando tenía 17 años, y le dije que iba a estudiar abogacía pero que me interesaba escribir en los medios, Carlos me miró y me dijo: "Hay mucha gente que piensa como vos, pero el periodismo no es un hobbie". El periodismo, después ya lo diría Tomás Eloy Martínez, es una profesión no a tiempo completo, a vida completa. Yo decidí poner las 24 horas de mi vida al servicio del periodismo.

-¿Te importa la opinión sobre vos de tus pares?De algunos me importa, de otros no me importa nada.

-¿A qué periodistas leés con más atención?Trato de leer todo. Verbitsky, Morales Solá, Leuco, Fontevecchia, Leuco, Mario Wainfeld, Lanata, Alconada Mon, Roberto Gargarella... Soy de una generación que nació con la gráfica y cuando el diario de papel no está debajo de mi puerta, me inquieto un poco.

-Bautizaste a este espacio "Margen del mundo". ¿Te sentís un outsider del periodismo?A mi productora le puse La Cornisa hace ya 20 años porque ese es un lugar de mucha adrenalina. Hay quienes caminan, corren o andan por la cornisa toda la vida. Yo camino por la cornisa, pero siempre del lado de adentro. Yo actúo desde los margenes, no tengo un amigo empresario que me banque ni me dé millones de dólares para mis caprichos personales. Al lugar físico donde trabaja La Cornisa Producciones le decimos "Margen del mundo" porque esta fue la otra impronta que definió dónde iba a estar la productora y la muestra. En las grandes ciudades del mundo, sobre todo las occidentales, Berlín, Manhattan, Medellín, las grandes movidas culturales no están en el Downtown, en Palermo Hollywood, están más en la periferia.

-De todo lo que hiciste durante tu carrera, ¿qué es lo más te enorgullece?A mí me enorgullecen mis libros, "El dueño", "Los dueños de la Argentina", mi primer libro, que fue el que más me hizo comprender de qué se trataba esto, "Por qué cayó Alfonsín, el laburo que hago en la radio... La palabra orgullo me parece demasiado grande igual, me da un poco de vergüenza, yo me siento bien con las cosas que hago, aunque me equivoco todo el tiempo. La muestra es algo muy ambicioso, es un sueño muy grande que está empezando a suceder, y que incluye varios otros sueños, igualmente ambiciosos, como la radio online, que va a ser inaugurada el mismo día que se inaugure el museo.

-¿Cómo viene el libro que va a lanzar tu editorial sobre Jorge Rial?Es brutal ese libro. Te cuento qué pasó. A Jorge Rial lo vinieron a buscar de las grandes editoriales. "Estás en la televisión, hacé un librito, una cosa rápida", le decían. Un día yo me siento a tomar un café con él y me pregunta: ¿Qué tipo de libro pensás que puedo hacer?". Y le digo: "Vos no te olvides que sos periodista, tiene que ser un libro escrito con el estilo de cuando escribías". Entonces le regalé la autobiografía de Keith Richards, donde cuenta todo y más, y le dije: "No tenés la obligación de hacer el libro conmigo, pero como editor te sugiero que cuentes tu vida, todo lo que se imaginan de vos y a fondo".

-¿Y cumplió?Hoy estoy arrepentido de haberle dicho eso. Jorge habló durante horas y horas con varios periodistas, y sin un solo filtro. Es tremendo lo que cuenta de sus encuentros con políticos, de su ex mujer, el detrás de escena de su entrevista con la Presidente, que no tiene nada que ver con lo que se vio en TV. Y es conmovedor cuando habla de sus hijas. Te voy a dar como primicia el nombre del libro: "Yo, el peor de todos".

-Para terminar, en tu último programa de La Cornisa tocaste el tema del robo que sufrió Marcelo Longoabrdi. ¿Que creés que pasó?Yo no tengo la respuesta concreta, sí me apena que en Argentina nunca se termine de saber qué pasa con las cosas. Si vos me decís hoy, y yo he hablado con policías, expertos, tipos de los servicios de inteligencia, que fue un robo al voleo, yo te digo que al voleo no fue. Ahora, si lo fueron a buscar a Longobardi porque el chorro creyó que podía afanarle el reloj aunque esté en Barrio Parque, estamos en el horno; y si lo fueron a buscar porque era un mensaje en el momento en que el Gobierno anunciaba que iba a desguazar Clarín, estamos en el horno por partida doble. Mi pena es que después de tantas horas que pasaron, no hayamos tenido una respuesta clara sobre lo que pasó. Y que la Presidente no haya salido públicamente a repudiar lo que le pasó a Marcelo, como salió a los 5 minutos a repudiar lo que le pasó a Gustavo Sylvestre.

La muestra "Cuarenta años de periodismo argentino: De Walsh a Lanata", se inaugura este jueves en Margen del Mundo (Concepción Arenal 4865).

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