Un policía reconoció que hacía mucho tiempo que no tenían un caso así. Se las suele llamar “mulas”, porque trasladan en sus cuerpos sustancias prohibidas de un lugar a otro. Ayer a la mañana, una mula salió desde Villa Mercedes con destino a San Luis para ver a su pareja, un hombre que está alojado en el Servicio Penitenciario cumpliendo una pena por asesinato. En su cuerpo, la mujer escondió un envoltorio con pastillas, al parecer, psicofármacos, y unos billetes.

Lo que la Policía sabe es poco. Un oficial de la Comisaría 3ª de San Luis explicó que, a pesar de que tienen jurisdicción sobre el penal, muchas veces no les informan lo que pasa en las requisas o en el resto de la cárcel, salvo sucesos graves. “Ellos tienen su reglamento y pueden actuar así”, resumió la fuente. En esa seccional manejaban una información escueta: una mujer con un embarazo de no más de dos meses había sufrido una hemorragia en la requisa, la trasladaron al hospital y allí un médico descubrió el envoltorio en sus genitales.

Quién sí tuvo acceso a las actuaciones que inició personal penitenciario fue el comisario Darío Sosa, jefe de la División Toxicomanía de la Policía puntana. Le dieron aviso porque pensaron que las pastillas eran de alguna droga ilícita “pero sospechamos que se trata de algún psicofármaco; no sabemos cuál porque son pastillas blancas, lisas, sin identificación o marca comercial”, explicó Sosa.

La mujer –cuya identidad se conoció parcialmente: tiene 29 años y es de apellido Lucero- ingresó al Hospital San Luis alrededor de las diez de la mañana, informó una vocera del departamento Relaciones Policiales. Y hasta ayer al mediodía seguía internada en el Materno Infantil, agregó Sosa. Pero la situación había cambiado: el Juzgado Federal ya estaba al tanto de lo sucedido.

La mujer "estaba a punto de ser requisada por personal penitenciario, alrededor de las nueve de la mañana. Sufre una descompostura y le manifiesta al personal que está embarazada", informó el subjefe del penal, Ernesto Sáez.

Lucero fue trasladada al hospital en un móvil de la penitenciaría, acompañada por agentes del área Sanidad de la cárcel. Según Sáez, la chica estaba consciente. "Dejamos una consigna en el policlínico hasta que le dimos intervención a Toxicomanía", agregó el subjefe.

Había ido a visitar a Nathaniel Olguín, condenado por el homicidio de un repartidor de cigarrillos en Tilisarao. "En la cavidad vaginal tenía pastillas de Artane (un antiparkinsoniano) por lo que será sancionada y no podrá ver al interno por un tiempo", dijo Sáez.