Más allá de las peripecias del clima y los precios, el 2016 fue un año donde San Luis confirmó su potencial como región ganadera sobre la que se posan cada vez más ojos de distintas partes del país.

 

En todos los meses, hubo un gran movimiento de comercialización de hacienda, tanto en ventas directas como en ferias y subastas especiales. En la zona de Quines y todo el norte de la provincia, en la Capital, en Villa Mercedes y en el sur, con Buena Esperanza como principal centro, se multiplicaron los remates de gordo e invernada organizados por diferentes consignatarias como “Alfredo S. Mondino”, “Ganadera del Sur”, “San Luis Feria”, “Eduardo Travaglia y Cia.”, “Talano Hermanos”, entre otras.

 

Además, el suelo puntano se volvió una gran vidriera de cabañas de punta y de renombre nacional que se hace varios años apostaron a erradicarse en la provincia y desde hace un tiempo sacan a relucir sus reproductores de gran calidad genética y adaptabilidad por ser criados en estas tierras.

 

Al gran calendario de la temporada de reproductores, se le sumó la firma "La Paz de Werthein", que abrió las tranqueras de su estancia de Batavia para ofrecer su primera subasta propia en la provincia.

 

Para las cabañas fue un año excelente por la cantidad de reproductores que lograron poner en pista y vender, con precios espectaculares en la mayoría de las categorías. Y también el protagonismo puntano se notó en otras coordinadas, donde los ganaderos de San Luis se hicieron notar por sus inversiones.