[20/12/2012] Pasaron seis meses desde el crimen de la maestra jardinera Leda Fabiana Raimundi. Desde entonces, la justicia ha buscado incansablemente a los autores del asesinato que conmocionó a la sociedad santiagueña por su inusitada brutalidad.

A lo largo de la instrucción, muchas personas declararon y fueron imputadas, pero sin lugar a dudas es la figura de la mae umbanda Lucrecia Ledesma, la más representativa.

Desde el Penal de Mujeres, la mujer dialogó en exclusiva con Noticiero 7, en el primer contacto directo con la prensa desde el brutal asesinato. Durante una charla extensa contó su verdad y relató lo ocurrido la noche del crimen.

“No es fácil estar privada de la libertad. Uno piensa en como la vida cambia por alguien que viene con mala intención para tratar de perjudicarte. Uno no está preparado para eso, mucho menos para participar de algo tan aberrante” dijo.

Ledesma, a la vez se alejó de los dichos de los demás acusados, quienes la señalaron como la principal artífice del asesinato. “La situación ha cambiado muchísimo. Los demás acusados han dado a entender que como yo soy la mae, organizo y arbitro todo, cuando en realidad soy la última en enterarse”, explicó.

“No soy la Virgen María, pero tampoco una mala persona”

La líder umbanda indicó que las personas que forman parte de su círculo íntimo la conocen y saben la clase de persona que es. También se refirió a la visión que la sociedad tiene de ella.

“La gente muchas veces se predispone a escuchar lo que dice la sociedad que es la que te juzga, te discrimina o te enaltece. En mi caso, creo que muchos han opinado de acuerdo a lo que han entendido por lo publicado en los medios. Pero la gente que me conoce de años sabe quien soy. No me considero la Virgen María, pero tampoco una mala persona”

El crimen

Lucrecia Ledesma se refirió a la noche del crimen explicando que participó del viaje en el auto de Mario Rojas, ya que su marido Guillermo “Turco” Pereyra le dijo que “tenía que hacer un viaje.

“Con mi hijo (Luis Ledesma) observamos como Gabriel Brandán bajó a una persona de los cabellos y la puso en el asiento trasero del auto de Mario. Mi esposo habló con Rojas y me dijo que me baje del auto y me vaya con él”, relató.

Consultada en torno a un anillo encontrado en la escena del crimen, el cual le pertenecería, la mujer dijo que “el único anillo que uso es mi alianza de casada. Sino no uso anillos, salvo en algún evento”

Lucrecia aseguro que “no conocía a Leda ni por fotos” y explicó que Rojas había hablado de la mujer refiriéndose a ella como Fabiana. “Hablaba de una chica con la que estaba de novio en una relación mala, con denuncias, golpes y restricciones de acceso a su domicilio. Yo luego de lo sucedido me entero de lo que había pasado

Además se refirió a la situación de Luis Ledesma, su hijo y otro de los imputados por el asesinato. “Mi hijo fue involucrado. Yo sé quien es él, sé como le he criado y él sabe muy bien que nunca hemos sido asesinos ni en pensamientos, ni con acciones”.

“Yo no maté a Leda”

La líder umbanda insistió en su inocencia y aseguró que le duele mucho “en el alma” la muerte de Fabiana. “Esta señora tenía hijos y se fue, es una vida que no vuelve. Quiero aclararle a su familia que no fui yo quien la mató. Ni por todo el oro del mundo mataría a alguien”.

Además, señaló indirectamente a Mario Rojas como el autor del crimen. “Para mí es un drama pasional, Rojas lloraba, estaba con bronca y se notó su cambio de personalidad. Esa noche me dio temor, porque si es capaz de hacer eso es capaz de hacer muchas cosas más. Sabiendo los antecedentes de él, que practicaba artes marciales, ni yo ni mi hijo hicimos nada”

“Me considero inocente y mi hijo también. El error fue hacerle caso a mi marido. Quizás lo hizo para no caer solo. Él tenía muchos celos porque nunca entendió que el amor de una madre no es igual que el amor de una esposa”, expresó.

Navidad tras las rejas

Junto a su pequeña hija, Lucrecia Ledesma deberá pasar las fiestas en su lugar de detención. “Es difícil, pero cuando uno tiene el espíritu enaltecido por el amor de tu familia puede. Me visitan siempre, mi madre, mi tía y mi abuela, son personas mayores que están a la par mía, y cuando llegan tengo que hacer una careta”.

“Estoy sufriendo mucho, porque la libertad es lo más preciado que puede tener un ser humano y yo nunca he cometido un ilícito justamente para no ser un mal ejemplo ante mis hijos y mi familia”, dijo finalmente.