Los días se escurren. La tensión crece. La exposición de ideas ocupa cada vez menos espacio. Cuando falta una semana para que la veda vuelva a marcar su final, la campaña por el ballottage porteño sigue bailando al ritmo de las acusaciones cruzadas entre los protagonistas.

El capítulo de ayer giró en torno a una nueva denuncia de Martín Lousteau contra Horacio Rodríguez Larreta por supuesta "campaña sucia".

El candidato de ECO acusó a Pro de estar detrás de una encuesta telefónica vinculada a los fondos que la ciudad destinará a la segunda vuelta electroral. "Que estén haciendo una encuesta telefónica preguntando «¿A usted le parece bien que haya un ballottage que cuesta 58 millones de pesos?», me hace acordar a la que le hicieron a [Daniel] Filmus", planteó Lousteau en declaraciones radiales. Aludió así a la campaña de 2011 en la que un cuestionario telefónico en el que se vinculaba al padre de Filmus con Sergio Schoklender y las viviendas de la Fundación Madres de Plaza de Mayo terminó con Jaime Durán Barba, el principal asesor de Mauricio Macri, prcoesado por engaño a la ciudadanía. El ecuatoriano fue sobreseido el año pasado.

"Desmiento rotundamente que estemos haciendo una encuesta semejante y me cuesta creer que Lousteau caiga tan bajo", dijo a LA NACION el jefe de campaña de Rodríguez Larreta, Fernando De Andreis.

En Pro fluye la indignación. Acusaron a Lousteau de buscar "victimizarse" para conseguir votos. "La de hoy [por ayer] es la misma lógica de sus denuncias vagas sobre que lo presionan para que se baje sin decir quién lo presiona. Es grave que mienta para sacar ventaja", despotricaba anoche un hombre de la mesa chica de Larreta.

La furia es compartida. En el comando de campaña de ECO justifican las denuncias de Lousteau. "Están pasando cosas serias frente a las que no podemos no reaccionar", advirtió a LA NACION un colaborador del ex ministro de Economía. En la lista de supuestas acciones de campaña sucia incluyó la pelea por el lugar del voto en blanco en la boleta electrónica que se usará el domingo 19 y el hecho de que Macri haya planteado la posibilidad de reformar la Constitución de la ciudad para cambiar las reglas del ballottage.

En ECO también cuestionaron que Rodríguez Larreta "mande a sus ministros" a contestarle a Lousteau y "evite el debate". Es cierto que el jefe de gabinete porteño eludió confrontar directamente con su rival durante toda la semana. Sí reaccionaron sus ministros.

"NO SABE NADA DE SEGURIDAD"

En esa senda, ayer volvió a intervenir el ministro de Seguridad porteño, Guillermo Montenegro, que fue lapidario con Lousteau y uno de los ejes de su campaña. "No sabe nada en materia de seguridad. Nunca estuvo con un policía ni se sabe quién es su referente en la materia. Habla de tecnología, pero ni debe saber cuál es el sistema de comunicación de la Metropolitana", descargó el ministro.

Lousteau recogió el guante unas horas después durante una reunión con voluntarios que se sumaron a su campaña. Empezó diciendo que no respondería "a las descalificaciones del ministro de Seguridad", pero minutos después volvió a embestir contra Pro. "Es evidente que nuestra presencia molesta. Los ministros de Pro hacen cola para insultarnos, cuando lo único que pedimos es debatir con rigurosidad, área por área, las políticas para Buenos Aires", se quejó. Agregó que "Pro hizo poco en el combate a los delitos que son propios de la ciudad como manteros, trapitos y venta de productos robados" y que el aumento de esos delitos "es visible".

Estratégicamente lejos de la polémica, Rodríguez Larreta visitó ayer el barrio Los Piletones y se entrevistó con su referente, Margarita Barrientos. Como había hecho varias veces durante la campaña, antes y después de las PASO, volvió a apelar al "factor farándula". Compartió la actividad con su compañero de fórmula, Diego Santilli, y con la ministra de Desarrollo Social de la ciudad, Carolina Stanley, pero también con la actriz Andrea Frigerio y las hijas de Marcelo Tinelli, Candelaria y Micaela. En las fotos hubo lugar para todos..