La formula Lousteau-Fernando Sánchez cosechó 806.057 sufragios, lo que representó el 48,36%, sobre los 860.802 que representaron el 51,64% obtenidos por Rodríguez Larreta. El dato significativo de la jornada fue que ECO ganó en 9 de las 15 Comunas porteñas.

Pasadas las 20.35 y en un clima de fiesta, el economista acompañado por Sánchez, su candidato a vicejefe de Gobierno, por el legislador elector, Roy Cortina y por el precandidato presidencial por Cambiemos, Ernesto Sanz, entre otros, hizo su ingreso al escenario montado en el Palais Rouge, mientras la militancia hacía tronar sus bombos e inundaba el recinto con sus cánticos.

Tras admitir que se había comunicado en privado con su adversario, a la postre el nuevo alcalde de la Ciudad, a quien “le hicimos un reconocimiento por la victoria que acaban de tener”, anunció que “ECO se ha transformado en la segunda fuerza de esta Ciudad” a lo que siguió el estruendo de los militantes que se preguntaban “a donde están los que decían que nos íbamos a bajar”.

“Como corresponde a una segunda fuerza con 14 legisladores, con 26 comuneros vamos a ser, como lo hemos sido siempre y a lo largo de toda esta campaña, una oposición constructiva que sepa proponer y sepa acompañar las cosas que deben ser acompañadas” y que discuta “cuales son las prioridades que debe tener la administración de la Ciudad y que además, señale todas aquellas cosas que a nosotros nos parezcan reñidas con la ética porque así es como entendemos que hay que hacer oposición”.

Losteau llamó a no caer “en los pensamientos mágicos” y sostuvo que “Argentina no cambia porque cambiemos un gobernante, no cambia el día de una elección” sino que cambia “si en los próximos cuatro años tenemos los compromisos y las prioridades correctas, si recuperamos la decencia y si sabemos construir un sistema politico que haga precisamente esas cosas”.

A partir de las 19.30 el bunker de ECO se comenzó a ver invadido por los militantes que munidos de banderas y bombos y con cánticos alusivos al temor que generaba en el macrismo lo exiguo de la diferencia en los comicios, festejaban la buena elección que venían realizando, principalmente en las comunas del sur de la Ciudad. El fantasma de la elección santafesina recorrió el recinto ilusionando por un largo rato a los presentes.

Fue recién después de las 20 horas que los número se comenzaron a acomodar y se despejó la incógnita, dejando atrás la posibilidad de una victoria.

Ya sobre el final del acto y previo a bajar del escenario, un Lousteau emocionado se abrazó con su mujer, la actriz Carla Peterson, fundiéndose con ella en un largo beso. La noche había concluido y pese a la ajustada derrota, el recinto seguía siendo una fiesta.