tería Nacional Sociedad del Estado ya dio su veredicto: los cinco bingos porteños no pueden funcionar más. Los contratos de concesión de los operadores vencieron en diciembre de 2014 y hasta hoy continúan abiertos por una medida cautelar de la Justicia que impide cerrar las salas. Pero, tarde o temprano, sucederá.

Cerca de 500 empleados que quedarían en la calle reclaman por una indemnización. El organismo nacional, presidido por el macrista Tomás Elizalde, sostiene que no pagará un solo peso a los trabajadores afectados. Consideran que son los operadores del juego quienes deberían responder a esta demanda salarial. Los empresarios de los bingos ya adelantaron que están en quiebra. Y el reclamo se trasladó hasta la quinta de Olivos.

Lotería Nacional les reclama a los dueños de los bingos una deuda de 260 millones de pesos, por retención de recursos que se deben destinar al área de Desarrollo Social. Y también inició una querella contra los operadores por defraudación al fisco.

La nueva cúpula macrista hace todos los esfuerzos para demostrar un cambio de rumbo y de gestión sobre los intereses del juego. Elizalde, un contador que es nuevo en el rubro, habría encontrado irregularidades: sospecha que la gestión anterior pagó $ 50 millones por año a cinco escribanos para que dieran fe sobre los sorteos que se realizaban. Ahora, los funcionarios estudian cómo obtener estas actuaciones desembolsando sólo el 10% de ese presupuesto: cinco millones de pesos por año.

El plan de Elizalde es controlar las máquinas tragamonedas, el casino flotante y el hipódromo de Palermo. ¿Podrá? En el hipódromo ya ordenó una auditoría para corroborar si los dispositivos de las tragamonedas que verifican cuánto gastan los apostadores funcionan correctamente. En el hipódromo de Palermo confirmaron que recibieron inspecciones de Lotería y "se corroboró que el sistema online funciona adecuadamente, informando en tiempo real todas las operaciones que se realizan".

La lupa está sobre el juego incluso dentro de Cambiemos. Elisa Carrió mueve los hilos para que el presidente de Boca, Daniel Angelici, hombre ligado a las empresas del juego, tenga menos relevancia dentro de la mesa chica del macrismo.