El exministro de Defensa, de Economía y de Infraestructura y Vivienda durante la presidencia de Fernando De La Rúa, el economista Ricardo López Murphy, remarcó que la clave para el desarrollo de las provincias del Norte argentino es que el sector privado se vuelva productivo.

López Murphy visitó el Diario La Mañana durante la mañana de este lunes, en la previa de la presentación de sus “Apuntes para un Programa de Gobierno”, que realizó pasadas las 19:00 en el Salón Algarrobo del Hotel Howard Johnson, que fue organizado por las fundaciones Naumann y Club de la Libertad.

El licenciado en Economía de la Universidad Nacional de La Plata y máster en Economía de la Universidad de Chicago, consideró que un tema crucial para el desarrollo económico para Formosa y las demás provincias del Nordeste es la distancia y la logística.

“La logística determina la forma de integración en el mundo y cómo se movilizan los recursos que están muy inhibidos. En todo el Nordeste, el 8% de la mano de obra está empleada y paga impuesto en el sector privado, mientras que en Chile esa cifra es del 40%”, expresó.

Insistió que el camino para las provincias del Norte es fortalecer la actividad en el sector privado, como estrategia que permita generar empleo y no depender tanto del Estado.

“Me parece que la clave del Nordeste es que el sector privado se vuelva productivo, competitivo y movilizador. No se vuelve porque está inhibido por el accionar estatal y la informalidad. Esa es una segunda clave del proceso y la tercera es la infraestructura y el capital humano”, explicó.

Sostuvo que el desafío es trabajar sobre esos tres ejes y entendió que si esas cuestiones se resuelven habrá un ritmo de crecimiento mayor al promedio actual del país porque pondría en movimiento toda esa zona reprimida por la logística, la infraestructura, además de la distorsión que implica que más gente trabaje productivamente y pague impuesto.

“Lo que tenemos es gente que vive del Estado y eso es muy inhibidor. La logística pone costos y es como un impuesto que inhibe a los sectores marginales, los que están más alejados y se pierde competitividad. Eso empobrece”, indicó.

Reelección

En otro tramo de la entrevista, puso hincapié en la necesidad de cambiar el sistema político que permitió a algunos sectores dominantes apoderarse de la sociedad civil. “Debemos propiciar los símbolos de la modernidad, que se traducen en sociedades con movilidad, alternancia y renovación, donde la elite gobernante no deprede la sociedad civil sino que se someta a la competencia, el testeo y la desafiabilidad”, agregó.

Con respecto a la reelección indefinida, afirmó que no existe en ninguno de los países modernos del mundo. “Pienso el sistema político con dos grandes condiciones: una es cómo controlarse y lograr que el ejercicio del poder no inhiba la sociedad civil, es decir que el Gobierno no se haga dueño de toda la sociedad. El tema central del sistema político es evitar que el poder se vuelva absoluto. Para eso el sistema político diseñó la división de poderes, la libertad de prensa, la transparencia de los actos públicos y esencialmente la alternancia en el poder porque la renovación lo que hace es traer aire fresco. Un régimen que se prolonga por décadas tiene problemas”, afirmó. 

Gestión Macri

También hizo referencia a la gestión de gobierno de Mauricio Macri y consideró que recibió una pesada herencia tras los 12 años del gobierno kirchnerista. 

“El comienzo del gobierno de Mauricio Macri estuvo muy dominado por la situación límite en materia de control de cambio (CEPO), el sobrante monetario por la inmensa emisión que no pudo ser girada para el pago externo, el problema de la cesación de pago y la crisis energética. La crisis estadística y todas las dificultades que el país tenía para funcionar normalmente. Una herencia terrible, con un país descapitalizado, problemas de relación con el resto del mundo y de inviabilidad intertemporal inmediata”, analizó.

Indicó que en ese escenario, la estrategia del gobierno es resolver esos focos explosivos a corto plazo y allí claramente hubo casos que salieron bien como salir del CEPO sin reservas. “Todavía no tenemos reservas, con la diferencia que hoy no tiene ese sobrante monetario corriendo contra las reservas y se normalizaron los pagos. También tuvo éxito la política de salir de la crisis con los holdouts y los holdings que estaban atrapados en el canje, a un costo extremadamente bajo”, destacó.

Pero no todos fueron elogios y aclaró que el Gobierno nacional se comprometió con metas no realizables como bajar la inflación y el plazo del inicio de la recuperación económica desde el segundo semestre.

“Las metas de la actividad económica e inflación no son viables y en ese sentido uno percibe las mayores dificultades, lo que condiciona el futuro. El Gobierno optó en una estrategia que potencie el consumo y la obra pública, es decir un poco más de lo mismo y a mí me hubiese gustado una estrategia más basada en la inversión, las exportaciones y el trabajo productivo”, sostuvo.

Además consideró que el gobierno kirchnerista desaprovechó un momento histórico de despegue y descapitalizó al país. “Cuando uno tiene condiciones extremadamente favorables y las invierte mal, sin capitalizar esos recursos en infraestructura y se utilizan los fondos en gasto público y episodios de corrupción, se cae en la disipación de una oportunidad irrepetible”, añadió.