El Teatro Colón vivió ayer jueves una jornada intensa que terminó con una asamblea improvisada en el escenario de la sala principal. Desde hacía casi dos años la actividad sindical estaba vedada de hecho, luego de que la comisión interna de ATE quedó sin representación.

El fuego que encendió la mecha fue la intención del director artístico y ex ministro de Cultura, Darío Lopérfido, de unificar las áreas escenotécnicas con la dirección ejecutiva que está encabezada por María Videla Rivero. Y ambas direcciones quedarían bajo el ala de Lopérfido.

Videla Rivero fue testigo del casamiento de Lopérfido y Esmeralda Mitre. Y además es la mano derecha del ex ministro en el directorio del Teatro, donde mantienen una interna cada vez más virulenta con la directora general del Colón, María Victoria Alcaraz.

Los directivos del Teatro recibieron de mano de Videla Rivero el proyecto por el cual se pretende desarticular la Dirección General de Escenotécnica y unificarla con la Dirección Ejecutiva. La reunión fue tensa, según describieron a Diario Z. Alcaraz terminó postergando el debate hasta la primera semana de noviembre y la resolución está abierta.

Detrás de la movida se escondería la intención de controlar uno de los presupuestos más grandes del Teatro. “Escenotécnica maneja tres cuartas partes del dinero destinado a compras y contrataciones porque desde ahí adquieren equipos, bienes de consumo, de todo”, explicó una fuente del Colón. Y añadió: “De esta manera, Lopérfido tendría el control sobre lo artístico y sobre el sector técnico, que hoy no le responde.”

Sin embargo, lo que la dupla Videla-Lopérfido no preveía fue la reacción de las diferentes áreas que componen el staff escenotécnico. “Hubo una suerte de despertar de los trabajadores, que se movilizaron hasta el escenario para evidenciar la preocupación que genera esta situación”, describió otra importante fuente del teatro que pidió el anonimato.

El temor de los empleados del Colón es palpable. Luego del enfrentamiento que mantuvo la junta interna de ATE, que terminó con un juicio por 55 millones de pesos contra ocho trabajadores, la actividad sindical fue mermando hasta que hace poco más de un año y medio dejaron de realizarse las asambleas.

Ahora los empleados, según contaron a Diario Z, volverán a realizar reuniones por sector para relevar la situación de cada una de las áreas.

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Fuente Redacción Z