“Este barrio es como otros que tienen problemas de inseguridad. Lo que hay que entender es que la ciudad es grande y no llegamos a veces con los recursos, a dar toda la respuesta que la gente necesita. El vecino normalmente nos está pidiendo presencia de la policía local, pero lo que pasa es que no tenemos recursos para estar en todos lados a la vez y en la cantidad que desearíamos. El Martillo está dentro de una jurisdicción de la Policía bonaerense y de un área de patrullaje del Comando de Patrullas. Así que ya tiene recursos policiales afectados a la seguridad del barrio”, afirmó Telpuk.

Acto seguido, el funcionario adujo que “la seguridad nunca es total”, resaltando que “desde el año pasado estamos atacando algunos focos donde había mucha violencia armada que tenía que ver con un resultado que era la muerte. El año pasado a esta altura teníamos 43 homicidios y hoy tenemos 18. Vale decir que el efecto que pretendíamos lograr, que era una baja ostensible en la violencia armada con resultado de muerte, lo hemos logrado. Obviamente hay cosas para corregir…”.

Asimismo, admitió que “en muchos barrios están muy preocupados por el robo de celulares o cuando los vecinos salen a trabajar y demás. Se trata de robos sin violencia pero que molesta y perturba la tranquilidad de ellos. Nos preocupa ese tipo de robos también y, en ese sentido, tratamos de hacer una distribución territorial de la policía lo más inteligente posible para tratar de evitar ese tipo de arrebatos y robos menores que se sucedan”. Agregando: “no tengo memoria de algún hecho grave que haya sucedido en el barrio El Martillo, pero sí suceden este tipo de cosas”.

En otro orden refirió que “Mar del Plata como otras grandes ciudades tiene mucha venta minorista de drogas aunque no tengo información que haya carteles operando en la ciudad”, aseverando que la venta minorista “está relacionada con la realidad social y con la falta de una persecución tan notoria al vendedor minorista y eso tiene que ver también con una adecuación de las leyes con las cuales se abordan las investigaciones del narcotráfico o del microtráfico mejor dicho. Lo cual requiere algún cambio de paradigma desde nuestros legisladores que deberán analizar cuáles son las otras herramientas con las cuáles se puede combatir al microtráfico sin pensar única o exclusivamente en penas privativas de la libertad para quienes hagan la venta minorista de drogas”.

En tal sentido, acotó que “lo que sucede es que a veces no se llega a una pena condenatoria que pretende únicamente la privación de libertad. Y entonces el desafío es imaginar otro tipo de sanción que no sea pena privativa de la libertad”.

Consultado sobre los rumores circulantes en los corrillos del Palacio Municipal acerca de su eventual incursión en la arena política partidaria y concretamente su eventual candidatura a concejal por el Frente Renovador de cara a las elecciones legislativas, sin desestimarlo se limitó a responder que “vine para ser jefe de la Policía Local y el día que me retire de la actividad seré dueño de decir que es lo que hago con mi vida…”.

Finalmente, con respecto a la acefalía en la Secretaría de Seguridad, admitió haber hablado con el intendente en alguna oportunidad sobre la posibilidad de hacerse cargo de la misma, asegurando que le había respondido al hombre del “impermeable azul” que “más que ser Secretario me importa hacer y yo puedo hacer, trabajar y coordinar con las áreas de la Secretaría. Así que soy un hombre de acción. Me gusta gestionar y tratar de resolver con más o menos inteligencia las cosas que me tocan resolver y eso es lo me preocupa hoy por hoy”.