Los K locales, entre la autocrítica y fuertes reproches a De la Sota

Los K locales, entre la autocrítica y fuertes reproches a De la Sota

Admiten que había una “ola amarilla” en toda la provincia y que siempre les costó hacer pie en Córdoba. Destacan que Scioli creció, pero tuvo un techo por la actitud del gobernador de dividir al PJ y jugar para Macri.

El kirchnerismo cordobés asimiló el golpe de la durísima derrota 71,51 a 28,49 por ciento que sufrió en la provincia su candidato Daniel Scioli a manos de Mauricio Macri. Sus principales referentes admitieron que la ola amarilla cubrió en forma imponente toda la provincia, en un triunfo que no admite discusiones: “No queda otra que reconocerlo y felicitar a los ganadores”, dijeron a este diario varios dirigentes del Frente para la Victoria.

El común denominador es que empezaron a sondear cómo se moverán en el escenario del peronismo, y ya desde la oposición, aunque no tienen todavía referencias precisas sobre cuál será la actitud que asumirá su líder, Cristina Fernández, desde el 10 de diciembre.

Los K locales estaban acostumbrados al rechazo del electorado cordobés. De hecho, salvo la propia Cristina en su reelección en 2011, nunca pudieron hacer pie en la provincia –mucho menos en la ciudad de Córdoba–, aún cambiando de dirigentes y estrategias.

Pero lo del domingo les pegó especialmente, por la magnitud de la diferencia y por estar en juego nada menos que la continuidad o no de su “proyecto nacional y popular”.

A la hora de las explicaciones, hubo miradas de todo tipo. El electo intendente de Villa María, Martín Gill, fue autocrítico al señalar que, como fuerza política, el Frente para la Victoria “dejó mucho que desear”.

El diputado nacional Fabián Francioni adujo que la división del PJ local era una cuesta muy difícil de remontar, aunque también reconoció “errores” en el armado (territorial y de candidaturas) propio.

Y el secretario de Derechos Humanos nacional y legislador provincial electo, Martín Fresneda, apuntó sus cañones contra la actitud del gobernador José Manuel de la Sota “de aislar la provincia y enfrentarla con la Nación, sólo por el interés personal de él de posicionarse como aspirante presidencial”.

Lo concreto es que todos ellos desearían que Córdoba no hubiera existido en esta elección, cada vez que ven los fríos números, que marcan que en esta jurisdicción Macri acumuló una ventaja de 926 mil votos, cuando su diferencia nacional con Scioli fue de “sólo” 705 mil sufragios.

Tres lecturas

Francioni no dudó de calificar como “muy mala” la elección local del FPV. “Debimos llegar a 40 o 45 puntos”, se lamentó. Consideró que la apuesta era “muy difícil” considerando que De la Sota “dividió el peronismo” y “jugó contra Scioli”.

El exintendente de Leones también ensayó autocrítica, al mencionar que el kirchnerismo nunca logró construir en Córdoba, aunque también vinculó esa realidad con la poca disposición de recursos y cargos para ensayar armado territorial.

La referencia es para el hecho de que él mismo, Gill o Daniel Giacomino en su momento trabajaron desde su sola condición de diputados nacionales, y en el caso de Eduardo Accastello, como intendente de Villa María. “En Tucumán, Juan Manzur fue gobernador, pero venía de ser ministro de Salud nacional”, comparó.

También se sinceró respecto de que la “ola amarilla” de cambio era muy fuerte y que se mostró a plenitud en toda la pampa gringa. “En Marcos Juárez nos ganaron seis a cuatro, pero hace poquito, en la elección municipal de Leones, les ganamos bien a la UCR, al PRO y todo un frente opositor que iba unido”, recordó.

Fresneda, en cambio, prefirió enfocar su dardos en De la Sota, a quien le achacó haber sido funcional a la estrategia de la UCR y el PRO de “hacer todo o posible para que pierda el kirchnerismo”.

Si bien rescató que en las Paso, primera vuelta y balotaje la lista de Daniel Scioli “creció” de 14 a 18 por ciento y luego a 28 por ciento, el hecho de enfrentar una oposición unida le marcó un techo.

“De la Sota no fue prescindente. Jugó y fuerte a favor de Macri, sólo para posicionarse él dentro del peronismo que viene. No se cómo les explicará a los compañeros haber favorecido que gane una alianza entre la UCR y el PRO”, reprochó.

También le atribuyó al gobernador haber “agitado” un “enfrentamiento ficticio” entre la Nación y Córdoba, para “ponerse en víctima y erigirse como el más anti K”.

“En 2011, cuando no pudo ser candidato a presidente, acordó con nosotros. Después, al ser elegido gobernador, lanzó el cordobesismo y desde entonces se diferenció poniendo a la provincia en contra de la Nación. Nosotros nos jugamos un modelo de país; él, especuló por su proyecto personal”, evaluó.

A su turno, el villamariense Gill destacó que, como candidato, Scioli “se puso al hombro su objetivo y remó contra muchas cosas, incluidos frentes internos” en el propio Frente para la Victoria, a diferencia del kirchnerismo local, que “dejó mucho que desear”.

“Todos los días trabajamos para que la provincia se integrara a la Nación, pero evidentemente se han cometido muchos errores. Si uno sacara a Córdoba del mapa, el resultado sería otro”, expresó, admitiendo que aquí fue donde Macri hizo la diferencia en su favor.

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