El Lobo perdió con Boca y culminó un gran torneo

El Lobo perdió con Boca y culminó un gran torneo
Gimnasia cayó ante el Xeneize repleto de suplentes por 1 a 0 y aunque finalmente quedó quinto en las posiciones, completó un excepcional campeonato casi con el mismo equipo que logró el ascenso. Luciano Acosta, el único tanto.
Gimansia cayó ante un equipo suplente de Boca por 1 a 0 en el Bosque, ante una multitud, y terminó quinto en el torneo Final 2014, aunque tercero por acumulación de puntos. En este contexto el equipo de Pedro Troglio, armado para luchar por no descender, llegó con chances de salir campeón hasta la última fecha, algo fenomenal y que fue reconocido por todo el público que se acercó al Juan Carmelo Zerillo.

Luciano Acosta, a los 13 minutos del primer tiempo, marcó el único tanto de un partido parejo, que tuvo al Lobo con mayor protagonismo pero sin pericia a la hora de recorrer los últimos metros cercanos al arco de Emmanuel Trípodi.

El partido. Gimnasia comenzó intentando presionar a la zaga xeneize, con problemas para salir jugando tal su intención, y le generó alguna zozobra con el siempre activo Rodrigo Contreras jugando al límite de la última línea visitante. La rotación del mediocampo era buena, pero la imprecisión en los últimos metros fue contra la chance de generar peligro en el arco de Trípodi en los primeros 10 minutos.

Cuando la pelota parada era la única herramienta para acercar algo de riesgo a las áreas, un avance central de Juan Sánchez Miño a las espaldas de los volantes centrales generó el vacío y un pase exquisito entre líneas para que Luciano Acosta, que llegó habilitado por detrás de Juan Carlos Blengio, definiera magistralmente por sobre Fernando Monetti para el 0-1 a los 13.

La intención primaria de Pedro Troglio de tener un equipo con más posesión se trabó con tres problemas sustánciales: la falta de precisión en la consecución de pases y la calidad del mediocampo rival, con Sánchez Miño como eje de circulación, y la falta de recuperación del elenco tripero, sin volante de contención natural por el ingreso de Ignacio Fernández por Dardo Miloc.

En ese ganar y perder que significa una apuesta, el Lobo encontró la más clara en un avance interno de Nacho Fernández que cedió para Licht y éste no llegó a rematar ante el achique de Trípodi, sobre los 20 minutos. Ese dominio en el centro se empezó a profundizar cuando la actividad de Franco Mussis se hizo presente, tanto en el andar defensivo como ofensivo, y Nacho se soltó con más claridad para juntarse con Álvaro Fernández y triangular en pos de romper el cerrojo defensivo de la visita.

El Muletto de Boca perdió consistencia luego del gol y el Lobo, con espasmos de buen fútbol, fue el dueño del segundo tramo del primer parcial. Creció el protagonismo de Javier Mendoza por la banda izquierda, de los Fernández por el centro y la potencia de Contreras, que marró una chance increíble a los 43 minutos luego del resbalón de Claudio Pérez y su remate desviado cuando Trípodi lo esperaba inmóvil.

El Lobo ganó en tenencia y ocasiones ofensivas, pero la impericia de los hombres de ataque en las dos o tres chances que tuvo lo dejaron con el marcador en cero y el Xeneize, con una sola llegada, se fue al vestuario con el 1-0 a favor.

El complemento. El Lobo intentó llevarse por encima a Boca en el inicio del segundo parcial y a los 3 minutos lo tuvo en la cabeza de Maximiliano Meza, uno de los desaparecidos en el primer tiempo. A la salida de una pelota detenida el correntino cabeceó cerca del primer palo de Trípodi para susto del equipo de Carlos Bianchi, que unos minutos después tuvo el 2-0 en los pies de Sánchez Miño, luego de un fenomenal contragolpe que el zurdo tiró afuera mano a mano contra Monetti.

El dominio que mostró Gimnasia fue total en el primer cuarto de hora, pero no lo pudo canalizar en jugadas de riesgo por la continua falla en la puntada final y el buen andar de la última línea xeneize, con laterales veloces y sin temor a la fricción. Para provocar más inquietud Troglio mandó a la cancha a Facundo Pereyra por Mendoza a los 13.

Con el ingreso de Gustavo Bou por Oreja el DT volvió a romper el partido a los 24 minutos, con mucha gente en ataque y un retroceso comprometido por el sector derecho de la defensa, tal el momento cúlmine del choque ante Quilmes de la semana pasada. Esa comunión de jugadores ofensivos no aclaró el panorama de juego colectivo, pero sí casi obligó a los volantes a tirar centros desde tres cuartos de cancha mientras la visita se esclareció un poco la tenencia en el mediocampo, algo que no había podido lograr a lo largo de todo el match.

Esa propensión al ataque no logró ser más que una acumulación de gente con esas características, con la atenuante de haber dominado el trámite casi sin sobresaltos, excepto un fenomenal cabezazo de Sánchez Miño en otra contra y que fue salvada de manera notable por Monetti.

El cierre del partido dio tiempo para muestras de impotencia con algunas faltas sin sentido y varias amonestaciones, pero sobre todo para el descargo de la gente con un apoyo incondicional para este equipo.

En varias ocasiones el conjunto de Pedro Troglio, que luchó hasta último momento, se vio abordado por una ovación de sus hinchas en reconocimiento para el fenomenal torneo que hicieron.

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