Los hubo en sectores donde la obra pública avanza y en enclaves clásicos donde las precipitaciones forman grandes espejos.

En la mañana del miércoles la lluvia trajo un poco de fresco después de jornadas muy caldeadas, y también inconvenientes en el tránsito.

Desagües que no alcanzaron a evacuar el agua caída y sectores donde quedaron embalsadas las lluvias fueron la postal de una mañana donde el meteoro se abatió con fuerza.

Entre las 9:20 y las 9:50 precipitaron 30mm aproximadamente según el registro de la estación meteorológica del INTA ubicada en la finca Don Humberto.

Para las 11:00 el hidrómetro marcó 40mm.

En calle Carlos Gardel el agua alcanzó los 45cm y fue la trampa de algunos automóviles que quedaron varados.

En avenida Constituyentes, por ejemplo, los vecinos de calle Lavalle y Belgrano quedaron aislados.

En Brown y Falcón pasaron varias horas hasta que despareció el espejo de agua.

Bocas de tormenta saturadas y calle anegadas se repitieron en otros sectores de la ciudad.

Las precipitaciones del martes en las cuencas superiores de los arroyos del Medio y Ramallo pusieron en alerta a las localidades a la vera de la Ruta 188 y se controlaba el nivel de los zanjones naturales donde desaguan los campos.

Por la tarde no se habían registrado afectación de familias aunque se recibieron varios reclamos de sectores bajos que acumularon agua.

Desde el municipio se explicó que el caudal de lluvias supera cualquier tipo de mecanismo hídrico, y que hubo sectores donde el avance de la obra pública provocó otros trastornos.

Sin embargo se ratificó que no hubo evacuados y se estaba a la espera que en el transcurso de la horas no hubiese mayores novedades.