Si la lluvia lo impone, directores de escuelas pueden suspender las clases

Los rostros adustos de los funcionarios lo decían todo. La preocupación colmó el lunes los pasillos de la Casa de Gobierno. El gobernador, José Alperovich, suspendió las actividades oficiales y convocó al comité de emergencia a su despacho. Ministerios, secretarios y funcionarios de prácticamente todas las áreas participaron de la reunión.

“Estamos muy preocupados, en emergencia total”, comentó el mandatario antes de anunciar la evacuación preventiva de La Madrid y Graneros, en el sur provincial. Las ciudades, explicó, iban a sufrir consecuencias cuando se abrieran las compuertas del dique Escaba, que estaba rebasando de agua. “Les pedimos a los habitantes que respondan a los equipos que están trabajando. Vamos a mandar seguridad. Lo más importante es salvar vidas”, instó.

Al mediodía, la secretaria General de la Gobernación, Carolina Vargas Aignasse, confirmó que Alperovich había firmado el Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU) que declaró la emergencia social, hídrica y comunitaria para todo el territorio. “Esto permitirá contratar más rápidamente los bienes y servicios que sean necesarios para asistir. Se exceptúan de los mecanismos de contratación ordinarios para atender la urgencia”, precisó.

Silvia Rojkés, responsable de la cartera de Educación, consignó que hay varias escuelas, sobre todo del sudeste, en las que no se están dictando clases por la situación. “Estamos viendo que en cada zona se tomen las decisiones pertinentes. En casos de emergencia no hace falta una resolución. Intendentes, delegados comunales y directivos tienen la mirada justa para enviar a los chicos a sus casas si hay riesgo”, expresó. 

Aseveró que cada directivo tiene la potestad de decidir suspender las actividades. Aclaró, sin embargo, que los establecimientos ubicados en zonas altas deben permanecer abiertos para recibir vecinos si es necesario.

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