Lluvia, frío, granizo y un año atípico para San Luis

Lluvia, frío, granizo y un año atípico para San Luis

El cielo fue constante  y arrojó buenas precipitaciones durante diciembre y enero.  Sin embargo, los descensos abruptos de temperatura  sacaron algunos días de verano. Lo que sigue para febrero.

San Luis cumplió este año con las lluvias de estación, sólo que estuvo influenciado por el Niño, que tuvo una presencia disimulada y “débil”. En diciembre y lo que va de enero el cielo ayudó con un buen régimen de precipitaciones, pero a la vez castigó con granizo y un poco de frío, que se infiltró en algunos días del calendario de verano en la zona agrícola de la provincia.

Al campo todavía le espera un mes de gracia (por febrero), que quizás se prolongue hasta el comienzo de marzo. Bienvenida sea el agua.

En diciembre, el régimen de lluvias fue de 170 milímetros en la zona demarcada por El Amparo, Cuatro Esquinas, La Cumbre y La Petra. En Eleodoro Lobos, Granville, Fraga y Juan Llerena cayeron 140, y hacia el noreste, en Naschel y Merlo, llovieron más de 120. En paralelo, en la zona de influencia del Dique La Huertita del departamento San Martín cayeron 144 milímetros, en tanto que en San Francisco fueron 83 milímetros y en Nogolí 126.

Lo extraño fue el descenso profundo de temperaturas. Diciembre arrancó con días por debajo de los 10 grados en algunos lugares, tal como sucedió en Estancia Grande, La Punilla, Naschel, Santa Rosa o Villa Mercedes.

El fin de semana del 21 y el comienzo de la semana de Navidad también estuvieron un poco más frescos, como lo indicó el Servicio Meteorológico Nacional en su informe de las tendencias climáticas: “El avance de un frente frío hacia el 22 provocó descensos de temperaturas atípicos para la época (Villa Dolores y Villa Reynolds registraron las temperaturas mínimas más bajas del período 1961-2013)”.

Pasadas las fiestas, el año arrancó lluvioso. Los expertos coinciden en que, aunque débil, el Niño seguirá en pie este trimestre. Así lo aseguró el SMN, que indicó que alcanzará a tocar una parte de la región agrícola de San Luis con sus lluvias destinadas al Cono Sur.

En el podio de localidades más lluviosas de enero están Tilisarao, hacia el norte Merlo, y más hacia el noreste la zona del dique la Huertita. En cuarto lugar quedó Potrero de los Funes. Las cuatro registraron más de 100 milímetros en tan sólo 25 días transcurridos, según datos de la Red de Estaciones Meteorológicas (REM) de la Universidad de La Punta.

Debajo de esa marca están otras 14 localidades agrícolas con más de 70 milímetros. Entre ellas se destacan la franja que une Santa Rosa, Naschel y La Toma; hacia el este por supuesto está el Valle de Pancanta y hacia el sudoeste Justo Daract.

Sin embargo, distinta fue la suerte de puntos fuertes como La Cumbre, El Amparo, Fraga y Villa Mercedes. Si bien acumularon más de 60 milímetros, una sucesión de tormentas acompañadas con piedra machacaron algunos campos, tal como sucedió con la que cayó el 10 de enero.

En los opuestos, algunas localidades del oeste todavía esperan las gotas de refresco al calor. Entre ellas están Alto Pelado y Desaguadero, más al norte La Botija y La Tranca, y hacia el sur Martín de Loyola y Navia. Según la REM, en estos puntos cayeron menos de 10 milímetros en lo que va del mes.

Las temperaturas estuvieron suavizadas, no fueron sofocantes como las de años anteriores. Para la ciudad de San Luis, por ejemplo, la máxima nunca superó los 34 grados y la mínima siempre rondó arriba de los 15 grados Celsius, salvo algún que otro día puntual, según datos de Weather Channel, el canal del tiempo.

A futuro, para febrero–marzo, el curso del cielo será algo generoso con el este provincial. Según el informe de “Pronósticos Estacionales de Lluvias en Regiones de Argentina – Campaña 2014/2015” del INTA, realizado en base a 99 estaciones pluviométricas, para los próximos dos meses en San Luis el régimen de lluvias será “normal”, en cambio para la zona de influencia de Villa Reynolds tendrá una probabilidad “superior” de precipitaciones.

Si bien el resto de los sectores escapan a los chaparrones por las vacaciones de verano, al campo todavía le espera un mes de gracia (por febrero), que quizás se prolongue hasta el comienzo de marzo. Bienvenida sea el agua.

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