La llegada de Capitanich - Kicillof marcó el inicio de una nueva etapa

La llegada de Capitanich - Kicillof marcó el inicio de una nueva etapa
Tras su operación, la Presidenta impuso una nueva dinámica a la gestión. Capitanich impulsó acuerdos sectoriales. Empleo, inversiones y exportaciones, los ejes de Kicillof
Los problemas de salud de la Presidenta y el traspié en las elecciones legislativas obligaron al kirchnerismo a poner en marcha un nuevo modelo de gobierno en 2013. Con Cristina trabajando desde Olivos a un menor nivel de actividad, la Casa Rosada focalizó todo la gestión en dos hombres: Jorge Capitanich y Axel Kicillof. En el primero delegó las cuestiones políticas, y en el otro el área económica. Ambos fueron elegidos para formar parte del nuevo equipo que hará frente a los dos años de gobierno que quedan del segundo mandato.

Una vez de regreso a la actividad tras someterse a una operación de un hematoma intracraneal, la jefa de Estado tomó el toro por las astas, dispuso estratégicos cambios en el gabinete y encomendó retomar la mesa de diálogo social con diferentes sectores. A la cabeza del nuevo modelo de gestión se atrincheró el flamante jefe de Gabinete. Su llegada a Balcarce 50 reveló el ímpetu dialoguista. El chaqueño fue el primero en dar a conocer las líneas del camino que tomará el Gobierno de cara al 2015. Citó a la prensa, impuso la agenda del día y recibió a gobernadores, ministros, legisladores, sindicalistas y empresarios. Desde que mermó en la actividad presidencial, Cristina delegó la función de articular los consensos con “los titulares” en Capitanich. En el primer mes de trabajo logró reunirse con todos los sectores y hasta con dirigentes opositores. Por la Casa Rosada pasaron el jefe de Gobierno porteño, Mauricio Macri, y los gobernadores de Córdoba, Juan Manuel de la Sota; de Santa Fe, Antonio Bonfatti, y de Santa Cruz, Daniel Peralta. Pero tuvo que enfrentar en los primeros días de la gestión las revueltas policiales en varios puntos del país que derivaron en una convulsión social que incluyó saqueos. Después de varios días de caos finalmente llegó el aumento salarial para los efectivos. Otro de los escollos desde que asumió el mando fueron los problemas generados por los cortes de luz, que aún hoy agobian a la ciudad de Buenos Aires.

El nacimiento de la mesa de diálogo social y económico fue impulsado por la propia Cristina Fernández de Kirchner el 21 de agosto pasado, después de las primarias. La jefa de Estado participó de tres reuniones que derivaron en importantes anuncios económicos, pero las charlas quedaron en stand by debido a la licencia médica. El Gobierno, en busca de recuperar los votos perdidos en las PASO, cambió la estrategia y anunció una rebaja en el Impuesto a las Ganancias, aumentó las asignaciones familiares, actualizó el monotributo y otorgó aportes para las obras sociales de los sindicatos. Sin embargo, dejó en claro que continuaría con el mismo modelo económico, una decisión que se confirmó con el nombramiento de Axel Kicillof al frente de Economía. El nuevo equipo económico lleva adelante una serie de medidas que buscan promover el empleo, generar inversiones y sumar exportaciones. El Gobierno prometió crear 300.000 puestos de trabajo y combatir el empleo informal.

En las primeras declaraciones públicas, tanto Capitanich como Kicillof definieron los conceptos de la gestión que encarará Cristina hasta 2015. Las preocupaciones principales de la mandataria pasan para la caída de reservas, las exportaciones, el control de precios y el financiamiento externo. Será la agenda que deberán afrontar en el relanzamiento de la nueva etapa.

El regreso de Cristina a las funciones después de la operación generó un nuevo impulso a la gestión, principalmente centrada en “profundizar el modelo”, llamar al diálogo de los distintos sectores y fortalecer el rol del Estado. Los ejes fueron expuestos en el primer discurso público que brindó la mandataria tras recibir el alta médica.

De regreso de las vacaciones y pasar las fiestas en Santa Cruz, la jefa de Estado retomará la actividad oficial el 7 de enero para transcurrir los dos años de mandato. Aún no se conoce el ritmo de trabajo que tendrá a partir del año próximo.

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