No fue la única vez en que el publicista, filósofo y periodista Omar Bello, fue amenazado. El director del periódico La Verdadde Junín -que falleció ayer  en un accidente de tránsito- había sido blanco de intimidaciones desde 2013. Sólo seis meses atrás, dio a conocer una de las más llamativas.

En septiembre de 2014, Bello contó en su cuenta de Twitter: “Hoy me entero q funcionarios importantes juninenses planearon mi muerte en un hecho q pareciera de inseguridad. (El intendente de Junín, Mario) Meoni dijo no. Gracias!”.

Un año antes, el 13 de septiembre del 2013, un hombre desconocido entró a la redacción del diario La Verdad. Luego de intercambiar algunas palabras, lo amenazó de muerte.

En las filmaciones hechas por las cámaras de seguridad, se ve al agresor entrar por la puerta principal y dirigirse directamente a las oficinas de la planta alta -en las que nadie entra sin anunciarse-, donde se encontraba Bello. Recién cuando comenzaron los gritos uno de los empleados del diario subió las escaleras e hizo que el hombre se fuera. El joven escapó después de repetirle cuatro veces a Bello “te voy a matar” y “te vamos a matar si no te vas de Junín”.

En 2012, la planta impresora del diario juninense fue quemada, luego de que denunciara delitos ligados al narcotráfico en la localidad bonaerense, algunos de los cuales salpicarían a hombres de la política local.

Polémica. Las amenazas no fueron la única constante en la vida pública de Bello. En 2013, durante la presentación de su libro sobre el Papa, “El verdadero Francisco”, el filósofo fue increpado por el presidente de la Caja de Previsión y Seguro Médico de la provincia de Buenos Aires,Tomás Campinni. El funcionario lo insultó y envió a su hijo a dejarle un jabón al escritor para que “se lave la boca”.

“Se ve que planearon el acto circense en la casa. Les salió mal porque la gente se sintió indignada”, comentó Bello luego del evento. En aquel momento, el director de La Verdad le echó la culpa del escrache al sector más reaccionario del catolicismo. El hombre “vino a incendiarme de manera pública arengando para que el resto del auditorio también lo haga. Por eso digo que esto es parte del conservadurismo de la Iglesia”.