“Ahora estoy relajado”, comentó Guillermo Pereyra sobre las sensaciones que le dejó el día después de una elección que lo vio ganador por más del 41 por ciento de los votos y que le posibilitará asumir como senador nacional en diciembre.

Analizó que pudo haber obtenido un resultado aún más amplio pero que eso no sucedió por la existencia de “votos prestados” del sector Azul del Movimiento Popular Neuquino hacia otros candidatos e indicó que hay que “dejarse de macanas y chicanas” y convocar a la “gran unidad del MPN”.

El dirigente petrolero valoró, además, el apoyo de Hugo Moyano y si bien sostuvo que las alianzas las define el partido provincial, a nivel nacional se mostró a favor de la figura de Sergio Massa.

¿Qué objetivos inmediatos proyecta para el Senado?

Lo primero será trabajar con los senadores, tanto de la oposición como del oficialismo, para avanzar en una nueva ley de Coparticipación Federal de Impuestos, que es un viejo reclamo de todas las provincias y que creo que con el nuevo mapa político del Congreso se dan las condiciones. Vamos a tomar contacto con los legisladores y veremos el parecer que tienen, el Senado es el lugar más federal que hay porque hay tres por provincia, sin ninguna fuerza mayoritaria. El primer trabajo antes de asumir será hacer un mapeo general de cómo están algunos de los proyectos. Horacio Lores me dijo que tiene un trabajo que me quiere mostrar. Estudiaremos el terreno y después actuaremos, es una linda tarea. Y en el otro plano el contacto con la gente, que es lo que prometimos. Este mismo viernes voy a estar en Rincón de los Sauces, también en Chos Malal, Buta Ranquil y Barrancas. Esto lo voy a hacer siempre, todos los fines de semana.

¿Fue el resultado que esperaba el de estas elecciones?

Esperábamos un poco más, hubo mucho voto prestado, nos sacaron votos, no querían un resultado más contundente del que fue. Hubo trabajo desde la oposición partidaria para eso, apostaban a un 26 o 27 por ciento. Pero la respuesta de la gente fue distinta, sacamos casi el 42 por ciento, lo que es una muy buena elección y agradezco a todos los que nos votaron.

¿Cree que se puede recomponer la relación con estos sectores?

Sí, hay que llamar a la gran unidad del MPN, dejarse de macanas, de chicanas porque lo que está en juego es el partido, que es lo que hay que cuidar. A nosotros nos dijeron que veníamos a romper el MPN y hemos demostrado lo contrario, revitalizamos el partido y debemos aprovechar esta ola para consolidar esto. Estábamos muy caídos, con resultados del 27 o 28 por ciento. La última elección a gobernador la perdimos y se ganó por las colectoras, en la última a concejales también nos fue mal, lo mismo que en otras ciudades. Por eso es que debemos llamar a la gran unidad partidaria, para lo cual también hay que hacer un gran debate; no podemos hablar de unidad si primero no hacemos un mea culpa, una autocrítica como debe hacerse.

¿Lo llamó el gobernador en estas horas?

No, no tuve contacto, ninguno. Evidentemente no tiene intención de reunirse conmigo pero va a llegar un momento en que lo va a tener que hacer. Está muy dolido por la derrota de las PASO, pero fue limpia, no hubo insultos, no hubo nada y él sigue diciendo que sí los hubo. Es la forma que tiene de justificar la derrota. De cualquier manera vamos a tener que olvidar todo esto y si alguno estuvo mal desde algún lugar admitirlo, y a partir de allí empezar a transitar la unidad, lo que está en juego es el MPN.

¿Con Sobisch como es su relación? Él habló sobre la posibilidad de buscar una unidad para las elecciones de autoridades del año que viene?

No lo hemos charlado, pero él está diciendo que si hay una lista de unidad le gustaría participar, yo no lo veo fácil, son deseos.

¿Ratifica entonces que su sector va por la conducción del partido?

Sí, vamos por eso, será una buena oportunidad también para que se presenten las minorías.

¿La fórmula con Lucila Crexell se puede repetir en 2015?

Hoy no se puede hablar de eso. Por supuesto, porque ya lo dije públicamente, que voy a competir por la gobernación, eso seguro. Pero de fórmulas no voy a hablar, de ninguna manera.

¿Qué le aporta o le resta Hugo Moyano?

Moyano es un gran amigo que me convocó para conducir los destinos de los trabajadores. Se lo agradezco, es un lugar de mucha importancia ser el secretario general adjunto de la CGT. Creo que Moyano es el representante de la inmensa mayoría de los trabajadores en Argentina y haber venido hasta acá para saludarme, con todo el consejo directivo a pleno, por supuesto que es un gran aporte a esa amistad y a esa conducción que realiza, buscando que los trabajadores tengan un protagonismo político. Lo dijo muchas veces y yo lo comparto, en el sentido que aspiramos a que en 2015 o más adelante pueda un trabajador conducir los destinos de la Argentina. Él siempre dice que se autoexcluye pero hay compañeros muy capaces que pueden llegar, en esa línea estamos trabajando.

Del escenario nacional ¿con quién se identifica en la actualidad?

Yo lo que visualizo es un kirchnerismo en retirada, hemos visto los resultados en este sentido. Con todos los problemas que se vienen van a ser dos años muy complicados. Los políticos debemos asegurar la gobernabilidad, no queremos ver un primer mandatario saliendo en helicóptero, esto lo vamos a preservar, no deseamos desastres políticos acompañados de los económicos. En esto vamos a estar firmes, acompañando el proceso democrático. Después hay candidatos que se van perfilando como Massa o Scioli, habrá que ver qué pasa.

¿Se ve más cerca de uno que del otro?

Puede ser con Sergio Massa con quien me he comunicado en reiteradas oportunidades y nos vamos a visitar seguramente esta semana o la que viene, pero no con miras a hacer un proyecto político a futuro, por ahora es para charlar y conocernos más. Cualquier alianza pasa por el partido, no por un candidato o senador.