Little Italy, un ícono de Nueva York que se desvanece

 Little Italy, un ícono de Nueva York que se desvanece

Testimonios de vecinos históricos que hablan de la decadencia de un barrio donde ya no queda la fiesta de los tanos

Ernesto Rossi ha trabajado toda su vida en la tienda que fundó su abuelo, en 1910, en la esquina de las calles Grand y Mulberry, en el medio de Little Italy. "Chinatown era sólo un par de cuadras", recuerda de su infancia. Había fábricas y las calles estaban congestionadas. En su escuela la mayoría de sus compañeros eran italianos. "Ahora son todos chinos. Los italianos se fueron, y los chinos se mudaron. No empujaron a nadie, sólo llenaron un lugar vacío", explica.

Little Italy se desvanece. De aquel barrio donde la primera ola de italianos que llegó al país imprimió sus colores, aromas y festivales, hoy quedan apenas tres cuadras -Mulberry, entre Canal y Broome-, donde ya se ven carteles en chino. Alrededor, florecen restaurantes chinos, indios, vietnamitas e indonesios. Cada vez viven allí menos italianos, los negocios históricos cierran, y los contratos de alquiler -cada vez más caros- reemplazaron los apretones de manos.

Ernesto Rossi ha mudado la tienda fundada por su abuelo dos veces. Siempre se quedó en el barrio, pero cada vez paga más alquiler. En una oración, enumera nombres de negocios que cerraron y recuerda a "Sal, el peluquero", que murió hace poco.

 

"Sal, el peluquero" es Salvatore Cangelosi, un siciliano de 65 años que llegó a Estados Unidos a fines de la década del 60. Durante años, trabajó en una peluquería sobre la calle Grand, a unos metros de la calle Mulberry, rodeado de fotos, haciéndose entender en un inglés italianizado que por momentos resultaba inentendible. Años atrás, Salvatore, quien ya murió, recordó a LA NACION la época de oro de un barrio que ha cambiado mucho. "Todos se mudaron", se lamentó por ese entonces.

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