¿Por qué Lionel Messi es tan importante para el seleccionado argentino?

¿Por qué Lionel Messi es tan importante para el seleccionado argentino?
Él. Capitán. Figura. Estandarte. Balón de Oro. Máximo goleador de las eliminatorias sudamericanas, con 10, junto con el uruguayo Luis Suárez. Jugador talismán. Abanderado albiceleste. La clasificación del equipo que dirige Sabella para el Mundial de Brasil se explica a partir de Lionel Messi.
La Pulga no defraudó casi nunca en el camino rumbo a Brasil 2014. Asistió a sus compañeros y convirtió cada vez que pudo: hizo una decena de goles, incluidos los dos penales de anoche. Es el nombre propio en medio de un éxito colectivo. Por algo, cada vez que algún paraguayo obstruía al astro de Barcelona, las tribunas del Defensores del Chaco bramaban, como si se tratara de un penal o de un gol guaraní. Messi provoca eso y mucho más.

Como las leyendas del deporte, la Pulga es capaz de mejorar a los suyos. Engrandeció a los otros dos delanteros estelares: Gonzalo Higuaín (9 goles en las eliminatorias; anoche ausente por suspensión) y Sergio Agüero (5 conquistas). La excelente sintonía con el Kun se traduce en pases imposibles de descifrar, una conexión futbolística que brinda esperanzas de cara al Mundial del año próximo. La consolidación del tridente ofensivo es la gran conclusión del proceso eliminatorio encarado por Alejandro Sabella.

Messi lleva 20 goles en 22 partidos con Sabella como DT. Casi un gol por partido. Con los anteriores entrenadores, Messi apenas convertía: 17 conquistas en 61 partidos.

Detrás de los tres magníficos, Ángel Di María es el crack sin marketing. Alejado de los flashes, el zurdo de Real Madrid habla el mismo idioma que Agüero-Messi-Higuaín. Se engancha con ellos. Al Pipita suele buscarlo por arriba y lanzarle asistencias teledirigidas a su cabeza. Con la Pulga y el Kun se entienden por abajo, a ras del piso. Con habilitaciones precisas, rápidas. Di María combina velocidad, talento y desborde, atributos necesarios a la hora de romper férreas defensas rivales. Además, Fideo cumple en la red: convirtió tres. Suyo fue el tercer gol frente a los paraguayos. Pudo haberle cedido la conquista a Palacio, pero optó por la definición suave, de zurda, y le salió bien. Entre Higuaín, Messi, Agüero, Di María y Lavezzi suman 28 de las 30 conquistas del equipo argentino. El número grafica la potencia ofensiva del equipo nacional. Y describe a las claras a esos "delanteros excepcionales" en los que Alejandro Sabella confía para destrabar los partidos. La lista de goleadores argentinos en las eliminatorias tiene sólo a dos infiltrados: Éver Banega, autor del gol ante Bolivia, en la altura de La Paz, y Maxi Rodríguez, anoche.

El poder de fuego del seleccionado argentino se traduce en los números: más allá de los logros particulares de los delanteros, Argentina es el equipo más goleador de las eliminatorias sudamericanas. Lleva 30 conquistas, cinco goles más que el seleccionado chileno, el único que se le acerca en las cifras.

Desde hoy, Messi es el segundo máximo goleador de la selección, con 36 goles; superó a Crespo (35), y está a 19 gritos de Batistuta, el líder con 56.

En la mitad de la cancha el seleccionado recuperó a la mejor versión de Fernando Gago, un hombre que se entiende a la perfección con Messi. Gago (a cinco del final fue reemplazado por una molestia) es el pase limpio, el trabajador del medio que se reparte esa zona junto a Javier Mascherano (ausente en Asunción por estar suspendido, igual que Ezequiel Garay y el Pájaro Fernández).

De la mano -y, sobre todo, de los pies- de Lionel Messi, Argentina certificó su pasaje a Brasil. Lo hizo en Asunción, y asentó su imagen de equipo temible a partir de sus hombres-gol. Tras el éxito, todos los futbolistas regresaron a Buenos Aires. Todos, menos uno. Lionel Messi se tomó un avión privado rumbo a Barcelona. Privilegios de ser el mejor..

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