Lino Barañao buscó justificar la reducción del ingreso a la carrera científica en el Conicet

Lino Barañao buscó justificar la reducción del ingreso a la carrera científica en el Conicet

Junto al titular del organismo, Alejandro Ceccatto, argumentó que disminuyeron las vacantes para 2017 por la falta de presupuesto; advirtieron que en 2015 la entrada de investigadores se hizo "sin criterio"; el personal creció de 8000 a 25.000 en 12 años

 

"No hay ningún país que, con un 30% de pobres, esté aumentando el número de investigadores." Las palabras del ministro de Ciencia y Tecnología del gobierno de Cambiemos sorprendieron, ayer, a la prensa acreditada en la Casa Rosada. La explicación provenía de Lino Barañao , que había sido ministro del gobierno kirchnerista. Pero con esa frasejustificó el recorte del 60% del ingreso de científicos al Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (Conicet) por problemas presupuestarios.

El intercambio con los periodistas fue luego de la reunión con el presidente Mauricio Macri, "para avanzar en temas vinculados con su área", según se informó oficialmente. Junto a él estaba el presidente del Conicet, Alejandro Ceccatto.

"El año pasado ingresaron 930 personas. Este año serán unas 450. No se puede hacer una comparación porque el número del año pasado no era normal, era muy alto. Normalmente ese número era de 600 o 700", dijo el titular del organismo. Entre 2003 y 2015, la planta de personal del Conicet creció de 8000 a 25.000 empleados. El 40% son científicos. "Eso lo hace al organismo más grande en el Estado", agregó Ceccatto.

El Conicet posee un presupuesto de unos 2200 millones de pesos. En 2013 ingresaron a la carrera de investigador 606 becarios doctorales y posdoctorales. Al año siguiente fueron 720 y el año pasado, 930. "Con ningún criterio se tomó la decisión de que, como era el último año de una gestión, ingresaría la mayor cantidad posible de gente, independientemente del presupuesto", respondió a LA NACION.

También negó ante la prensa que esas incorporaciones hubiesen sido por "amiguismo". Y sostuvo: "Eso nunca ocurrió en el Conicet, la prueba es que de 25.000 empleados no hubo ningún despido".

Y anticipó que para el año que viene se abrieron 455 vacantes, de las cuales 70 serán para investigadores que llegan del exterior. Con los 298 técnicos que se prevé se incorporarán a la carrera de personal de apoyo, "el ingreso total va a ser de 753 personas". Subordinó esas cifras "al presupuesto que votó el Congreso" hace dos semanas.

Reajuste millonario

En diciembre del año pasado, cuando asumió la nueva conducción del Conicet, se le pidió al jefe de Gabinete un refuerzo presupuestario de 815 millones de pesos. "El presupuesto votado en 2015 no alcanzaba", dijo Ceccatto.

Antes de la gestión kirchnerista, el Conicet dedicaba el 75% de su presupuesto a los sueldos y las becas, mientras que el 25% restante cubría los gastos de la gestión de la institución, como los servicios necesarios para el funcionamiento de las oficinas y los laboratorios, la compra de insumos y equipamiento o los subsidios para la investigación. Eso, según se informó ayer, varió levemente en 2003, con un 77,5% dedicado a los sueldos y las becas. "Con la incorporación masiva de personal fue cayendo el presupuesto destinado a la gestión", sostuvo Ceccatto.

Hasta diciembre de 2015, la relación de asignación del presupuesto fue creciendo hasta reducir al 11% el dinero destinado a gestionar el funcionamiento del organismo. Cuando asumió el cargo el nuevo presidente del Conicet, el organismo estaba casi en la misma situación presupuestaria que las universidades. "Encontré que tenía disponible para manejar la institución apenas el 6,7% del presupuesto. Eso es muy poco -dijo a LA NACION-. En 2016 tuvimos que hacer economía de guerra. Y eso, en parte, se debió a que la anterior administración del Conicet aprobó el ingreso sin criterio de 930 investigadores, aumentó el 12,3% de la planta de becarios y se pagó la jerarquización salarial, pero todo sin un refuerzo del presupuesto."

Actualmente, la institución se administra con el 5% del presupuesto. "Todos estos años, la comunidad miró como icónico el número de personas que ingresaban a la carrera científica y no vio que, detrás, se necesitaban 15 metros de espacio más por cada científico, subsidios y más costos de servicios, como luz y agua, e insumos en los lugares de trabajo. El crecimiento de una institución no es sólo incorporar personas", agregó Ceccatto.

De los 10.000 investigadores del Conicet, sólo 309 investigan en distintos campos de la ciencia, pero con la idea de dar respuesta a alguna necesidad o resolver un problema. Eso le aporta patentes al país. "En 20 o 25 años van a desaparecer la mitad de las tareas y nos preocupa saber de qué van a trabajar los chicos que hoy están en la primaria -dijo Barañao-. Las carreras científicas tecnológicas y las empresas tecnológicas son las que van a dar el trabajo en el futuro. Sobre la base de eso formulamos las políticas actuales. Y para eso confiamos en el respaldo presupuestario."

Ayer, según pudo saber LA NACION, en Presidencia existía la intención de asignarle más recursos a la ciencia en los próximos meses.

Comentá la nota