Los fantasmas del mal tiempo que arruinó la edición anterior se hicieron presentes a mitad de semana, la lluvia del miércoles preocupó mucho a los organizadores, el jueves creyeron que todo se normalizaría pero hoy nuevamente el día se presentó inestable. Igualmente desde las tres de la mañana se empezó a poblar el viejo galpón del ferrocarril y se puso en marcha el armado de la cocina para terminar de preparar el guiso de mondongo y las tortas fritas. Alrededor de las nueve y con todo en marcha, vieron que la gente igualmente se acercaba y no dudaron, todos dijeron ¡La fiesta se hace!.

 

Y se hizo nomas, la multitud transformó otra vez, casi mágicamente, a este bello pueblo de campaña en una multitud. De 200 habitantes pasaron a ser 6000 por unas horas, un incremento del 3000%.

 

Los visitantes ocuparon los distintos espacios sobre la arboleda de la plazoleta del ferrocarril, pasearon por la feria de artesanos y demás atracciones propuestas por la organización.

 

Sobre el escenario cantaron y bailaron los artistas.

 

A los presentes poco le importó la lluvia, caminaban entre el barro, se cubrían con paraguas o lo que sea si llovía pero la fiesta era lo importante.

 

Se consumieron 12 ollas de guiso, unas 1500 porciones y se utilizaron 350 kg. de harina en tortas fritas, los caminos por momentos colapsaron debido a la cantidad de autos.

 

La Fiesta del Mondongo y la Torta Frita organizada por la comisión de vecinos y amigos de Santa Coloma, nacida hace 10 años como una alternativa al olvido, volvió a demostrar que es una de las elegidas por miles de personas quienes demostraron su fidelidad, porque no cabe dudas que fue un lindo día para comer mondongo y tortas fritas.