La Liga Nacional que propone un quiebre en su historia

La Liga Nacional que propone un quiebre en su historia
Se pone en marcha la 30ª temporada; la gran apuesta: mejorar la infraestructura: será un torneo sin descensos, que tendrá un mayor perfil local y menos figuras

Un año atrás, la sensación era el entusiasmo por la ola de regresos valiosos a la Liga Nacional. Tipos que acababan de decidir la vuelta, como otros que lo habían hecho 12 meses antes, prestigiaban una competencia que se frotaba las manos por contar con Paolo Quinteros, Pepe Sánchez, Juan Gutiérrez, Federico Kammerichs, Diego García, Federico van Lacke... Ahora, a punto de abrirse la temporada que hará cumplir tres décadas de vida a esta pulidora de talentos creada por León Najnudel, el panorama es diverso. No opuesto, pero sí bien distinto.

La Liga inicia su 30» temporada en la que propone un punto de quiebre en su historia, un cambio deportivo para empezar a saldar su deuda de siempre, la infraestructura: no habrá descensos, para que los clubes, sin presiones, puedan invertir menos en planteles y más en estadios, marketing y difusión, tema analizado hace cinco días en LA NACION. Además, para acompañar la invitación a reducir gastos, se contrajo de tres a dos la cantidad máxima de extranjeros por plantel y se fijó un mínimo de tres jugadores sub 23.

Como consecuencia, los clubes se pusieron manos a la obra en cuanto a instalaciones, pero perdieron poderío deportivo. Muchas figuras dejaron la Liga. Juan Gutiérrez (de Obras Sanitarias, a Málaga) volvió a España, adonde Marcos Mata (de Peñarol a Sevilla) tendrá, a los 27 años, su primera oportunidad afuera. Pero no todos emigraron a Europa: Brasil atrajo a Nicolás Laprovittola (Lanús a Flamengo), Pablo Espinoza (Obras a Macaé), el uruguayo Martín Osimani (Obras a Uniceub) y el director técnico Sergio Hernández (Peñarol a Uniceub).

En ese contexto, el club que quedó más debilitado es Lanús, subcampeón en mayo, y que ahora presenta una de las plantillas menos ricas, superpoblada de juveniles. En cambio, continúa fuerte su vencedor en la final, Regatas Corrientes, pese a que perdió a Kammerichs -dejó el básquetbol- y a los estadounidenses Jerome Meyinsse (ya es compañero de Laprovittola en Flamengo) y Dartona Washam (a Obras).

Claro que hay más foráneos que abandonaron el país, como Daniel Santiago (Boca Juniors) y Kyle Lamonte (Obras). Y otras ausencias de peso incluyen a dos campeones olímpicos: Rubén Wolkowyski, que jugará el Torneo Nacional de Ascenso en Sarmiento (Resistencia), y Pepe Sánchez, que está prácticamente retirado -comentará en español para la televisión los partidos de Los Angeles Lakers- pero aún es directivo de Estudiantes (Bahía Blanca). En cambio, el certamen da una enorme bienvenida a otro dorado de Atenas 2004: Walter Herrmann, que retorna a Atenas, de Córdoba (ver aparte), con cuya camiseta alzó el trofeo en la 2001/2002.

Del otro lado de la pirámide etaria, ganarán minutos Marcos Delía (Boca), Franco Giorgetti (Peñarol), Gabriel Deck (Quimsa) y Tayavek Gallizzi y Luca Vildoza (Quilmes), jóvenes cuya proyección aguarda ansioso el seleccionado argentino.

El formato de la competencia será el habitual (zonas Norte y Sur en la 1» etapa, un único grupo en la 2» y playoffs con reclasificación y cuartos de final), con la salvedad de que esta vez no habrá descensos; 9 de Julio (Río Tercero) y Unión Progresista (Villa Ángela) serán, por un par de años, los últimos en sufrir la pérdida de la categoría. En su lugar están los regresados Quilmes, de Mar del Plata, y Estudiantes, de Concordia.

¿Favoritos para el título? Regatas, Peñarol, Boca, Obras, quizás Atenas. Pero, según lo que pase, quizá se recordará más a ésta, la 30» Liga, como la de la cesión de nivel deportivo para tomar impulso infraestructural. Cuando en mayo o en junio festeje un nuevo campeón, será tiempo de otro balance

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