El liderazgo de Cristina aún genera resistencia entre los senadores del PJ

El liderazgo de Cristina aún genera resistencia entre los senadores del PJ

Alberto Fernández todavía no pidió unificar la bancada que responde a los gobernadores y la que responde a la expresidenta; no todos quieren quedar bajo las órdenes de la senadora

 

El futuro del peronismo en el Senado en un eventual regreso del kirchnerismo al poder se habla en voz baja y es motivo de preocupación en varios despachos de la Cámara alta, donde todavía persisten focos de resistencia entre los legisladores que responden a los gobernadores del PJ a ponerse bajo la conducción de Cristina Kirchner.

Nadie cree posible el mantenimiento, a partir de diciembre, de dos bloques peronistas. Pero también es cierto que, por el momento, Alberto Fernández no ha dado directivas sobre cómo será el armado del futuro oficialismo en la Cámara alta. La campaña electoral y la necesidad de convertir en realidad el aplastante triunfo de las primarias ocupan por estos días la agenda del candidato presidencial.

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La unidad que el peronismo logró de cara a las elecciones todavía no se ha plasmado en el Senado, en donde el legado de la conducción antikirchnerista que ejerció Miguel Ángel Pichetto desde 2015 cristalizó en la existencia de dos bloques: uno, el Justicialista, ligado a los gobernadores; otro, el del Frente para la Victoria, que responde a Cristina Kirchner.

Esa tensión ha atravesado al peronismo incluso después de la brusca partida de Pichetto hacia tierras macristas. Fue LA NACION el medio que dio cuenta de que la elección del sucesor del rionegrino se saldó mediante una votación, que intentó mantenerse en secreto, en la que el cordobés Carlos Caserio se impuso al formoseño José Mayans.

Esa pulseada ratificó el rechazo de un grupo de senadores peronistas a alinearse de manera incondicional detrás del discurso opositor del kirchnerismo, que el formoseño Mayans suele representar con su particular estilo.

Sin embargo, "pasaron cosas" desde aquella votación de fines de junio último. La más importante, sin dudas, el amplio triunfo en las primarias del 11 de agosto, que sirvió para galvanizar las diferencias internas en el Frente de Todos.

Pero ese proceso todavía no llegó al Senado, donde claramente conviven dos líneas bien diferenciadas. El bloque que conduce Caserio responde a las oficinas de la calle México del candidato presidencial. Por su parte, la bancada del Frente para la Victoria, que preside Marcelo Fuentes (Neuquén), tiene su terminal política en las oficinas del Instituto Patria.

Es más, incluso quienes creen imposible la permanencia de dos bloques oficialistas, por considerarla una pésima señal política, sostienen que Mayans volverá a la carga por la conducción del nuevo armado peronista en la Cámara alta. El formoseño sabe que contaría con el visto bueno de Cristina Kirchner para ocupar ese cargo,

Ventaja kirchnerista

Esto anticiparía un nuevo choque con Caserio. Si bien no hizo públicos sus deseos, está extendido entre sus compañeros de bancada que el cordobés aspira a mantenerse al frente de una bancada "albertista", que sea polea de transmisión del apoyo de los gobernadores a Fernández.

Si se recrease esa pulseada, en el difícil caso de que no hubiera un acuerdo entre los miembros de la formula del Frente de Todos, la expresidenta contaría con ventaja para imponer sus deseos. No en vano se preocupó por colonizar las listas de candidatos a senador con seguidores incondicionales.

Es que, de repetirse el resultado de las primarias, el kirchnerismo duplicaría su actual bancada de 9 miembros, mientras que el Bloque Justicialista se reduciría a 12 integrantes, entre los cuales hay algunos, como Mayans, que esperan ansiosos fusionarse con los seguidores de la expresidenta.

Sería un polo más de poder que sumaría Cristina Kirchner en su nuevo rol como vicepresidenta y presidenta del Senado, que se sumaría a los cargos políticos y legislativos en los que ya planifica ubicar a legisladores leales, como la presidencia provisional y las secretarías Parlamentaria y Administrativa, entre otros.

"Cuando Alberto Fernández me lo pida hablaremos de la unidad del bloque en el Senado", dijo hace poco más de una semana Caserio. Algunos leyeron sus palabras como una predisposición a buscar un acuerdo, pero otros se encargaron de señalar que el cordobés dejó en claro a quién responde. Lo concreto es que la puja de poder en el interior del peronismo todavía sigue sin definirse, al menos en lo que respecta a la Cámara alta.

Dos bloques, dos conducciones

Carlos Caserio, presidente Bloque Justicialista

 

El cordobés preside un bloque que responde al candidato presidencial y no lo disimula. "Cuando Alberto Fernández me lo pida, hablaremos de la unidad del bloque en el Senado", dijo hace pocos días.

 

Marcelo Fuentes, presidente bloque FPV

 

El neuquino preside la bancada que responde a Cristina Kirchner, sector que en diciembre se verá fortalecido y que podría imponer condiciones en una eventual fusión de bloques peronistas.

 

 

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