Una carpa, una mesa, algunas sillas plásticas y un refugio precario armado con chapas. Sólo eso, por ahora, llevó un grupo de personas a la plaza de Liceo Norte, donde pretende construir sus casas. Desde la Municipalidad informaron a El Litoral que ya se radicó una denuncia por usurpación, porque “de ninguna manera podrán levantar construcciones allí”.

Advertidos por vecinos, El Litoral estuvo esta mañana en el predio ubicado entre las calles Piedrabuena, Larguía, Callejón Funes y Segundo Pasaje. Aunque parece un terreno baldío de grandes dimensiones, el lugar constituye el espacio público del barrio. Una pérgola, o lo que queda de ella, no deja dudas de que se trata de una plaza abandonada.

“Estamos acá porque no tenemos dónde vivir. Somos familias del barrio que estamos de agregadas en otras casas y como ya no tenemos lugar queremos nuestra propia vivienda”, manifestó Jimena, una de las mujeres que se encontraba en el predio con un bebé de meses en brazos.

Según contaron, sólo pretenden que la Municipalidad les ceda los terrenos de la plaza para poder construir casas de material. La idea, dijeron, no es hacer un asentamiento precario sino levantar viviendas más seguras y por cuenta propia. En total, según dijeron, son 40 familias las que desean levantar una vivienda.

Vecinos del barrio cercanos a la plaza aseguran, por su parte, que las personas que están en el predio no serían de la jurisdicción sino procedentes del barrio usurpado en Santa Rita II que fue desalojado. Dicha hipótesis, explicaron, obedece a que son barrios vecinos y a que “están llamativamente muy bien organizadas”.

Desde el sábado

Con una nota escrita en computadora dirigida al intendente Corral y unas fotos impresas a color para mostrar el abandono de la plaza, las personas aguardan desde el sábado pasado a todo aquel que se acerque a hablar con ellas. Están firmes en su decisión de no dejar el lugar y aseguran que esperarán el permiso del municipio unos días más. “Si no nos contestan, empezaremos a construir y listo”, sentenció Marta. Y agregó: “Estos terrenos no tienen utilidad y a nosotros nos vendrían muy bien para levantar nuestras casas”.

En el lugar no están las 40 familias juntas. Luego de acordar la intención de ocupar la plaza, se organizaron en grupos de manera tal de estar presentes durante todo el día y toda la noche “cuidando que no lleguen otras personas a usurparlo”. Los hombres son los que permanecen en horario nocturno, adentro del refugio que armaron con chapas, utilizando como estructura principal la pérgola.

Cabe señalar que el predio está custodiado por la Guardia de Seguridad Institucional del Municipio, a los fines de avisar inmediatamente si se comienzan a levantar las construcciones.