De esta manera, el espacio kirchnerista suma 11 legisladores. Las últimas incorporaciones fueron Barrera (La Matanza), Díaz Pérez (Lanús) y Curuchet (Mar del Plata), que abandonaron el bloque referenciado en Randazzo y Julián Domínguez. La ruptura fue tras la elección de los directores del BAPRO. ¿Van por la Vicepresidencia tercera?
Los movimientos no cesan en el peronismo bonaerense. Hubo marchas. Y ahora contramarchas: tres senadores bonaerenses regresaron la semana pasada al bloque del Frente para la Victoria, partido por el cual habían sido electos en las últimas elecciones.
Se trata de Daniel Barrera (La Matanza), Darío Díaz Pérez (Lanús) y Juan Curuchet (Mar del Plata), a quienes también acompañó la senadora María Fernanda Campo (Ituzaingó), que presidía el monobloque PJ Néstor Kirchner.
Esta “contramarcha” se produjo luego de la sesión del Senado provincial en la que se eligió a Andrea García y a Eduardo di Rocco como director del Banco Provincia, dirigentes vinculados a Julián Domínguez y a Florencio Randazzo, respectivamente.
García y Di Rocco reemplazaron a Omar Galdurralde y Rafael Perelmiter, hombres de Aníbal Fernández y Daniel Scioli (y defendido por el matancero Fernando Espinoza). De esta manera, triunfó el ala peronista vinculada a los intendentes más dialoguistas con Cambiemos y que fogonean a Randazzo para ser candidato en 2017.
Con esas tres incorporaciones, el bloque del FPV suma 11 integrantes. Además de Barrera, Díaz Pérez y Curuchet, están Ana María Sierra, Sergio Berni, Gervasio Bozzano, Santiago Carreras, Cecilia Comerio, Mónica Macha, Juan Manuel Pignocco y Federico Susbielles.
El bloque randazzista-dominguista quedó reducido a 6 miembros y en riesgo de perder la vicepresidencia 3ª que hoy ocupa Moreira.
Barrera explicó que "nosotros no estuvimos de acuerdo en que se designen a nuevos directores del Bapro, porque tanto Perelmiter como Galdurralde tenían mandato vigente; no fue algo en contra de García o Di Rocco, sino de la mala praxis utilizada para designarlos".
"Los sectores internos del peronismo que propusieron estas postulaciones, podrían haberlo planteado en el seno del partido", manifestó y analizó que "la gobernadora debería haber consensuado esos dos lugares en el Bapro con el PJ de la provincia y no prestarse a un negociado con sector de intendentes y legisladores".
Sostuvo que "los pliegos fueron una nota elaborada por la gobernadora y firmada por ella solicitándole al Senado que preste acuerdo a las nominaciones, por lo que la responsabilidad política es de la gobernadora".
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