La denuncia del gremio de los empleados legislativos del Congreso de la Nación destapó la olla: los legisladores nacionales (senadores y diputados) recibieron un aumento promedio del 47%, pese a que supuestamente debían actualizarse siguiendo la paritaria de aquellos empleados que sólo percibieron un aumento del 31% en 2 cuotas. Según aducen desde el Frente de Izquierda y los Trabajadores (FIT), algunos sueldos llegarían a los $141.000 (incluyendo los ítem de gastos de representación: desarraigo y pasajes que se pueden convertir en dinero, que también se duplicaron). El monto equivale a unos 15 sueldos de un docente mendocino que recién se inicia.

Admitir un desproporcionado aumento de las dietas –aparece aún más ilógico en tiempos en que se niega la reapertura de paritarias y cuando todavía se discute si el Estado dará un bono de fin de año a sus empleados– seguramente resultará incómodo para cualquier legislador. Tal vez eso explique que cuando Diario UNO llamó uno a uno a los trece diputados y senadores por Mendoza aparecieran desde las más insospechadas excusas hasta el ya clásico celular apagado.

"Está viajando a Buenos Aires y debe de estar en el avión"; "Se fue a la montaña y no debe de tener señal" y "Salió, pero seguro volverá en una hora" fueron algunas de las explicaciones que dieron desde los prenseros de los legisladores hasta sus esposas.

"Yo lo dono íntegro"

Uno de los pocos que atendieron el celular fue el senador Julio Cobos (Cambiemos), quien adujo no estar al tanto del aumento que percibieron, porque explicó que en su caso dona todo lo que percibe como legislador y sólo se queda con lo que gana como ex vicepresidente.

"No lo detecté porque ese dinero va a 10 becas para la UTN Regional Mendoza, 5 para la Regional de San Rafael, otras 10 para la Facultad de Ingeniería de la UNCuyo, 5 para Agronomía y una beca para una chica del Universitario Central", puntualizó el legislador, y aseguró que después cuando fue vicepresidente estableció que los aumentos fueran los que recibía la Administración Pública, pero que su sucesor Amado Boudou estableció que estuviese atado a los que percibían los empleados del Congreso y que años atrás eso se acordaba con los presidentes de cada bloque.

"Me depositaron $85.000"

Graciela Cousinet (Libres del Sur) fue la única diputada, de entre los consultados, que si bien en principio dijo no saber de los alcances del aumento chequeó su cuenta y confirmó su nueva dieta. "El mes pasado me habían depositado $70.000 y por lo que veo este mes fueron $85.000 por todo concepto, incluido el desarraigo. De ese monto, yo por estatuto del partido me quedo sólo con el sueldo de lo que ganaba en mi trabajo anterior como secretaria de Bienestar Universitario de la UNCuyo, que eran $35.000, el resto lo dono al partido", explicó la ex vicedecana, quien adujo que la cláusula de su partido se debe a que esa agrupación política no recibe aportes empresariales.

"No lo decidimos nosotros"

"Antes que nada tengo que aclarar que no es un aumento que se haya discutido en el Congreso", apuntó el diputado Guillermo Carmona (FPV) sobre la decisión que habrían tomado la vicepresidenta Gabriela Michetti, presidenta del Senado, y Emilio Monzó como presidente de Diputados.

El kirchnerista descartó que el aumento se hubiese pactado con el presidente de su bloque, y finalmente consideró: "La remuneración de los legisladores no puede estar desajustada con el aumento de los trabajadores" y aseguró que en su caso aporta parte de su sueldo al partido y a algunas ONG, como es el Foro Nuevo Cuyo, que es de su organización partidaria.

"Privilegios de la casta política"

Coherente con las denuncias que hicieron sus pares de Buenos Aires y Salta, también Soledad Sosa (FIT) rechazó el aumento de dietas y lo calificó de "privilegios de la casta política que contrastan con los bajísimos salarios mínimos que perciben muchos trabajadores que rondan los $7.000", remarcó la diputada e insistió en el proyecto que su bloque viene presentando infructuosamente desde el 2013: que los legisladores cobren el monto de una canasta familiar, que tiene un valor cercano a los $20.000. "Eso es lo que percibimos nosotros y el resto se dona a la organización para fortalecer la lucha de los trabajadores", concluyó.

Lo decidieron los presidentes de ambas cámaras

Los aumentos se aplicaron por decisión conjunta de ambas cámaras, presididas por Gabriela Michetti (Senado) y Emilio Monzó (Diputados), aunque algunos jefes de bloques habrían estado al tanto de la "recomposicion".

31% de aumento recibieron empleados del congreso en dos cuotas en marzo y agosto. Ese incremento debieron tener los legisladores, sin embargo el promedio trepó al 47%, ya que se duplicaron los gastos de: representación de $10.000 a $20.000; de desarraigo, de $13.000 a 18.000, y se duplicó el monto de pasajes.