“El legado del padre Mugica está más vivo que nunca”, consideró Mariotto

El vicegobernador de la provincia de Buenos Aires participó de la exhibición en la Biblioteca Nacional de un documental sobre la vida del religioso que hace 40 años cayó asesinado a manos de la Triple A, la organización parapolicial que dirigía José López Rega.
“El legado de este cura que abrazó la causa de los humildes está más vivo que nunca en cada uno de los que militan por una sociedad más justa”, señaló Gabriel Mariotto en referencia al documental "Padre Mugica", que elaboró en 1998, cuando estaba al frente de una cátedra en la Universidad Nacional de Lomas de Zamora (UNLZ).

El vicegobernador bonaerense confesó, ante un auditorio colmado de militantes de diversas corrientes del kirchnerismo, que compuso esta producción sobre Mugica “en los tiempos del neoliberalismo, cuando costaba explicar qué era el peronismo”.

“Nuestros alumnos nos preguntaban qué era ser peronista cuando (Carlos) Menem era presidente y (Domingo) Cavallo era ministro de Economía. Quisimos contar que nosotros estábamos identificados con figuras como Mugica, (Rodolfo) Walsh y todas las expresiones de la cultura popular”, reveló el dirigente.

Después de la proyección de esta obra, elaborada en formato de video, se formó un panel integrado por el titular de la Biblioteca Nacional, el sociólogo Horacio González, la periodista María Sucarrat –biógrafa de Mugica--, y la abogada Carmén González, que trabajó en la asesoría legal que el sacerdote armó en la Villa de Retiro en los años `70.

“El asesinato de Mugica es una de las tantas historias que nos muestran lo difícil que resulta construir una sociedad más justa. Recuerdo el día de su muerte con dolor, pues nos había dejado alguien que lo había dado todo por los otros”, apuntó González.

Por su parte, Carmén González ponderó “el compromiso del religioso con los habitantes de la Villa de Retiro”, y reconoció “la gran amplitud que tenía Mugica aún con quienes no profesaban la religión católica".

"Era un tipo que hablaba desde el corazón y que estaba abierto a todos, incluso hacia las personas que éramos agnósticas, como era mi caso. Siento que Carlos vive en todos estos pibes que militan y hoy están acá”, añadió.

Por último, Sucarrat, autora de una biografía sobre Mugica titulada “El Inocente” que se publicó en 2010, calificó al religioso como un “hombre político que amaba a la Iglesia, pero que sufría con las sanciones que le aplicaban”.

"Era una persona de armados que perduraban. Armó grupos de militancia política, barrial y religiosa. Trabajó por elevar la dignidad del otro, por la liberación de los pobres en la tierra”, enfatizó.

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