Leandro Santoro quedó afuera del equipo de Alberto y se dispararon los rumores

Leandro Santoro quedó afuera del equipo de Alberto y se dispararon los rumores

El legislador porteño sonaba para tener una función clave en el gobierno de Alberto Fernández. Sin embargo, fue desplazado. ¿Qué pasó?.

El domingo 27 de octubre, antes de ir a votar, el entonces candidato Alberto Fernández se mostró con un pequeño círculo íntimo de colaboradores. Las imágenes más importantes, que recorrieron todo el país, eran del legislador porteño, Leandro Santoro. El radical había sido uno de los dirigentes que más había defendido en los medios la campaña del kirchnerismo, casi siempre en programas poco amigables. Los rumores políticos lo catapultaban como un hombre que iba a tener gran incidencia en el gobierno de Fernández. Un despacho en Casa Rosada, practicamente asegurado. Sin embargo nada de eso se concretó. Y el futuro de Santoro, más allá de su presente en la Legislatura, es una incógnita.

¿Qué pasó? La versión de los hechos, como sucede siempre en la rosca política, varía de acuerdo a quien lo cuente. Lo cierto es que el Presidente no lo tuvo en cuenta aún. Según pudo saber PERFIL, el único ofrecimiento que recibió fue de parte del jefe de gabinete, Santiago Cafiero, quien le propuso estar al frente de la secretaría de seguridad social del ministerio de Trabajo, oferta que Santoro rechazó por no tener el perfil para su carrera. Las fuentes de Casa Rosada tienen otra teoría. Afirman que hubo ofrecimientos para estar en el ministerio del Interior bajo la tutela de Wado de Pedro, algo que también desmintieron desde el equipo del legislador porteño. "Si había algo así, hubiera aceptado", afirmaron.

Con el correr de los primeros días de Alberto como Presidente, la relación entre ambos se fue apagando, por la sencilla razón de que la gestión y el trabajo fueron tapando los momentos libres del mandatario. La última vez que se vieron fue el 14 de noviembre. Además, hombres cercanos al Presidente comenzaron a desprestigiarlo, en off the record. "Se la pasa en los medios de comunicación. Eso sirve para la exposición, pero en La Cámpora eso no cae para nada bien. Hay buena relación con Leandro, pero el tema medios es delicadísimo para el kirchnerismo. Por eso algunos evitamos las notas públicas y nos gusta hablar con los periodistas siempre fuera de los micrófonos", dijo un funcionario que llegó a la mesa del poder gracias a su relación de años con el Presidente.

 

Santoro no entendió porque fue borrado del mapa. Inclusive se alejó de las cámaras. La última nota que dio fue el lunes 2 de diciembre cuando participó como invitado de Intratables, por América. El lunes 6 de enero apareció públicamente junto a un funcionario en Casa Rosada. Precisamente, fue en la oficina de Cafiero. "Siempre es interesante y aporta nuevas perspectivas conversar con el querido @SantoroLeandro", tuiteó el jefe de gabinete. Allí no se habló de cargos. La suerte ya parecía estar echada.

Los que rodean a Santoro consideran que "algún envidioso metió mano y empezó a operarlo. Entramos en un teléfono descompuesto donde las versiones se cruzaron tanto que al final no se sabe quien bajó la palanca". En plena campaña el radical le había contado a Noticias como empezó la relación política entre ambos: "Fue casual. Cruce un tuit, de esos tan habituales, por 2010, 2011. Contestaba, con mucha claridad conceptual. Me llamaba la atención que un ex Jefe de Gabinete tuviese tan pocos seguidores, así que en uno de esos cruces le dije: “¿cómo sé qué vos sos vos?”, y me invitó a tomar un café. Así fue como una persona que no me conocía, que solo había intercambiado opiniones en Twitter, no me tenía visto en televisión, ni en el sistema político, ni formaba parte de su circuito de relaciones. De esa primera reunión, generamos una relación hasta el día de hoy".

Inclusive, Santoro fue de los primeros políticos que pisó el departamento de Puerto Madero el 18 de mayo cuando Cristina Fernández anunció que su exjefe de gabinete iba a ser candidato a Presidente: "Me enteré por los medios, lo llamé y me fui para la casa. Lo abracé. No lo podía creer", dijo Santoro. Hoy, casi 8 meses después, el premio a la militancia no llegó.

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