El frente judicial de Lázaro Báez se complica. A los procesamientos y embargos ordenados en diferentes causas, se podría sumar un llamado a indagatoria en la investigación que llevan adelante el juez Daniel Rafecas y el fiscal Carlos Stornelli por las facilidades financieras que otorgó el Banco Nación a dos firmas del Grupo Austral, adjudicatarias de millonarios contratos viales. “Concluyó la pericia pero ya había pruebas más que suficientes para indagar hace tiempo a los responsables”, señalaron fuentes judiciales a Clarín. El informe pericial confirma que los intereses cobrados por diferentes operaciones, "estaban por debajo de los del mercado" y que se dieron créditos "sin las garantías necesarias".

Austral Construcciones beneficiada por el Banco Nación. Foto Maxi Failla.

La empresa insignia de Báez, con la que ganó 52 contratos viales en Santa Cruz por $ 46.000 millones, recibió del Banco Nación grandes beneficios. "Se auxilió financieramente a las empresas ACSA y Kank & Costilla para la realización de obra pública, más allá de los requisitos legales exigidos por la normativa de la entidad financiera”, señala el dictamen del fiscal Stornelli.

La maniobra se concretó en dos etapas, según el fiscal que insistió con el llamado a indagatoria del empresario K y de las ex autoridades del Banco Nación (entre ellos, Juan Ignacio Forlon, amigo de Máximo Kirchner). Por un lado, se otorgó desde la sucursal zonal de Comodoro Rivadavia del Banco Nación “la autorización de sumas millonarias de giros en descubierto en las cuentas corrientes de las firmas” y, por otro, la tasa cobrada por las transacciones “estuvieron por debajo de las del mercado, sumando un beneficio más”, indica el texto judicial.

Mientras el Gobierno le otorgaba obra pública, el Banco Nación le daba facilidades financieras a Báez. Foto Opi Santa Cruz.

Los primeros créditos a ACSA y Kank & Costilla se otorgaron en 2008 pero las dos empresas recién abrieron 371 cuentas para depositar sueldos de sus empleados un año después. El fiscal resaltó que “ni parece que hubiesen sido empresas de solvencia antes de ser adjudicatarias de obra pública, ni que tuvieran dotación de personal para el tipo de tareas que hacían”.

Las facilidades financieras se iniciaron con dos créditos de más de $ 100 millones catalogados de “inusuales”, considerando que las empresas de Báez tenían “poco respaldo financiero para las operaciones en cuestión”. Kank & Costilla, presidida por Martín Báez -hijo del empresario K-, recibió un crédito por $ 15 millones que se extendió a $ 30 millones en noviembre de 2009. Posteriormente, se otorgaron otros $ 15 millones como garantías para comenzar unas obras y en febrero la línea se llevó a $ 124.300.000. En el caso de ACSA, en febrero de 2010 recibió un crédito por $ 111.600.000 que nunca pagó.

Martín Báez, presidente de Kank & Costilla otro beneficiado por el Banco Nación. Foto Opi Santa Cruz.

El dictamen señala que mientras a Báez se le cobraban "tasas llamativamente menores a las del mercado", se le aprobaba giro en descubierto por sumas millonarias con garantía de un "plazo fijo constituido el mismo día y por el mismo monto", generando que el Banco inmovilice "sumas de dinero importantes en las sedes provinciales sólo para favorecer a dos empresas".

​A estas facilidades se sumó un fideicomiso de $ 350 millones donde Báez puso de garantía certificaciones de obras de Kank & Costilla. "La empresa obtenía dinero inmediato y seguía financiándose con una segunda vía de ingresos y cobrando certificaciones", indica el dictamen.

EL Banco salió otra vez al salvataje de Báez y extendió por un año el vencimiento de los títulos del fideicomiso evitándole una deuda de $ 231 millones. El juez Rafecas debe decidir el llamado a indagatoria. Según fuentes judiciales, "las maniobras para beneficiar durante más de seis años a Báez, están más que comprobadas".