El jefe comunal, acompañado por funcionarios de su gabinete, encabezó un acto en el parque ubicado en el cruce de las calles Mansilla y Rivadavia.

Allí se colocaron nuevos juegos infantiles y se refaccionó el lugar. Las obras no estuvieron exentas de polémicas y hasta hubo manifestaciones. Pero finalmente, luego de reformularlas, siguieron adelante.

En su discurso, dijo que ha tratado de “equilibrar” los servicios en todos los sectores de la ciudad. Pero sostuvo que han quedado obras de infraestructura sin realizar por “falta de apoyo” tanto de los “gobiernos provincial y nacional” hacia la comuna.

“Sabemos que nos falta obras de infraestructura, como agua y cloacas, y vamos a poder hacerlas con un nuevo gobierno (provincial)”, expresó el intendente que busca la reelección, en alusión a que pretende que el nuevo gobernador sea Carlos Verna.

Es la primera vez que Larrañaga –quien sobre fin de año rompió con Oscar Jorge y se sumó a las huestes de Verna- le apunta directamente al Gobierno kirchnerista.

Uno de los enojos del bioquímico pasa por la falta de fondos para terminar de refaccionar el Molino Werner. Es que luego del acercamiento del intendente con el vernismo, el dinero comprometidos por Nación para hacer los arreglos al viejo edificio no han llegado.