La legisladora provincial Silvana Larralde, del bloque oficialista de Juntos Somos Río Negro, salió a bancar la decisión del gobernador Alberto Weretilneck de negar la autorización a la planta nuclear en la provincia y, a la vez, criticó duramente a Cambiemos, alianza que encabeza el presidente Mauricio Macri.

La cipoleña afirmó que “en esta etapa no se puede imponer un modelo rechazado por la gran mayoría de la población”. Mientras que cuestionó las amenazas realizadas por el diputado nacional de Cambiemos Sergio Wisky: “Está en su derecho de defender su proyecto político, pero tendría que leer un poco mejor los deseos del pueblo rionegrino”.

En ese sentido, opinó que el diputado nacional tiene que “dejar de descalificar a los que pensamos distinto, bajar su ofuscación y escuchar a la sociedad”. Mientras que agregó: “En democracia, un gobierno tiene que tener un proyecto, pero también tiene que saber escuchar y adecuarse a lo que esa sociedad le está requiriendo. Un gobernante no puede comportarse como un niño caprichoso”.

Larralde destacó que Weretilneck “tuvo la valentía de saber escuchar el mensaje que nos estaba enviando la sociedad rionegrina”. “Y tiene que ver con la democracia, con los futuros deseados. Los rionegrinos dijeron que la planta nuclear no entraba en ese futuro. Los que no lo entienden son los integrantes de Cambiemos, que están demostrando un pensamiento autoritario y centralista”, resaltó.

“Hubiera opinado antes”

Volviendo sobre la actitud del ex director del Hospital Pedro Moguillansky de Cipolletti, sostuvo que “es fácil y cómodo criticar desde la posición del que siente afuera, que es lo que hace Wisky. Critica mucho y aporta poco. Ni siquiera en el debate que durante esos meses se dio la sociedad. Si todo estaba tan claro hubiera opinado antes. Pero prefirió mantenerse al margen, calladito y protegido” remarcó.

“Es un embajador de Buenos Aires”

Para la legisladora Silvana Larralde, las amenazas y presiones del diputado Sergio Wisky

“muestran a un político enojado porque la realidad no coincide con sus parámetros, que se comporta como un embajador de Buenos Aires más que como un dirigente preocupado y sensible por las decisiones de su sociedad”. Pero, algo más enérgica aún, dijo que “tal vez Wisky estaría más cómodo si lo hubieran nombrado interventor de la provincia; pero esa etapa se terminó. Los interventores son de la época de la dictadura; en democracia la política se hace desde la gente”.