Se lanzó la campaña de rumores

Por Indalecio Francisco Sanchez

Dicen que han dicho que los políticos tucumanos están como tiro con los dimes y diretes sobre candidaturas, acuerdos, desacuerdos, alianzas y traiciones.

Dicen que un año y pico antes de la renovación de autoridades provinciales se observa a peronistas por todas partes: en el oficialismo local, en el kirchnerismo, en la oposición no peronista y en el justicialismo disidente. El PJ está partido en varias porciones y la desunión hace a la fuerza radical.

Dicen que Alperovich riega las candidaturas de todos sus cercanos. No le dice que no ni a Koltan ni a Manzur ni a Jaldo ni a Rojkés. Sí descartó a Amaya. Por ahora. Porque todo dependerá de qué digan las encuestas en 2015. Todos los postulantes alperovichistas lo saben y por ello comenzaron temprano a jugar fuerte.

Dicen que el eternamente licenciado vicegobernador pretende abandonar esa condición y -al parecer- no habrá más postergación: retorna en julio a Tucumán. Él no se da por muerto y peleará por volver a colocarse como el preferido del mandatario.

Dicen que Jaldo habla con delegados comunales y dirigentes diversos del interior profundo. Teje alianzas para mostrar que es imprescindible, pero cada vez se convence más que será segundo y no primero.

Dicen que muchos no entienden el juego de Mario Koltan: invierte mucho dinero y a los colaboradores de sus empresas privadas de salud les dice personalmente que peleará por la Gobernación. Lo que no está claro es con qué estructura ni con cuáles aliados.

Dicen que Beatriz Rojkés está envalentonada. Las encuestas le dan bien, pero la primera dama no es precisamente conocida por su amabilidad y buenos tratos. Su imagen positiva es alta, pero la negativa la superaría. En el kirchnerismo le habrían prometido apoyo para que sea la sucesora de su esposo como compensación por su salida de la presidencia provisional del Senado.

Dicen que el gobernador, por si ella finalmente termina siendo su elegida, mandó a sus asesores de imagen a que pergeñen una campaña para tratar de posicionarla mejor y para que aparezca como una mujer más dócil de cara a la sociedad.

Dicen que el canismo no disimula que está dispuesto a mantener y ampliar lazos con algunos sectores peronistas. Ya lo hizo el año pasado con algunos disidentes y ahora estaría dispuesto a darse la mano con el massismo. Tampoco descarta que terminen pintando en las paredes que con el amayismo forman un solo corazón. Al diputado le susurran al oído que, hoy por hoy, es más importante no dar pasos en falso que tratar de sumar puntos. Como buenos radicales, varios militantes del centenario partido están listos para boicotear a su propio candidato si en esa centenaria hoguera de las vanidades algún dirigente se siente incontenido.

Dicen que el Alperovich “democrático” de hoy no será tan benevolente en 2015, respecto de las bendiciones que hoy distribuye cual gurú desparramando profecías. Que cuando esté cerca del fin de su mandato terminará ungiendo un candidato que le asegure continuidad y, primordialmente, tranquilidad para su retiro. Una teoría más conspirativa dice que el gobernador dejará que gane aquel que se plante como su mayor enemigo (pueden ser Cano o Amaya). Con Tribunales blindados por jueces amigos de su gestión (en 10 años Alperovich nombró a casi una centena de magistrados), podría apostar al fracaso de quien lo suceda. Así, sus mandatos continuados comenzarían a tomar color bronce y hasta podría soñar con un clamor popular por su regreso.

Dicen que todas son especulaciones, pero cuando el río suena...

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