El presidente del bloque de concejales del Frente para la Victoria (FPV) de Lanús, Héctor Montero, lamentó el enfrentamiento con el edil massista Salvador Baratta la semana pasada en la reunión de labor parlamentaria de la última sesión de Concejo Deliberante (CD).

“Me avergüenza esta situación en lo personal, dentro de la casa de la democracia que es el Concejo Deliberante. Lamentablemente, es una repetición de estos hechos. No es la primera vez que me sucede recibir amenazas, insultos e invitaciones a pelear de Baratta”, declaró en diálogo con Política del Sur.

Y agregó: “Yo hace ocho años que estoy acá, como titular de bancada. No hay ningún concejal de ahora y de antes que haya tenido problemas conmigo. Discutimos desde lo ideológico, porque es nuestra función, intercambiar ideas y llegar a los consensos y es lo que logramos. Mas como presidente de bloque, tengo la obligación de conversar con todos los ediles. Nadie va decir que lo invité a pelear”.

En cuanto a los hechos de la reunión de labor parlamentaria, el edil oficialista recordó que Baratta hizo referencia los supuestos faltantes en la provisión de medicamentos a los pacientes del Hospital Oncológico de Lanús.

“El tema es muy serio. Baratta planteaba que no había medicamento. Yo pedí traer al director del Gospital Oncológico. El doctor (Eduardo) Diez, que es un hombre de honor, dijo que hubo problemas en febrero con la producción de medicamentos, que ahora estaban y que en algún caso puntual podía faltar uno. Aseguró que si le traían nombre, apellido y documento, investigaba cual era la causa por la que no la tenía”, relató.

Luego, indicó que “uno de los asistentes de Baratta (Hernán Colombo Russell) empezó a decir que la culpa era de (el ministro de Salud bonaerense, Alejandro) Collia y de otro funcionario provincial, de otro señor Monticelli (Roberto, director del Banco de Drogas)”.

“Entonces le pedí liberar a Diez, porque estaba hablando mal de su jefe y lo ponía en un momento incómodo. Ahí Baratta arrancó a gritar e insultar. Hasta ahí me mantuve en mi lugar, hasta que me dijo que era un insensible frente a los pacientes oncológicos. Eso me dolió, porque mi padre murió ahí. Y fue cuando le dije que si me quería pegar, que lo haga”, explicó.

Y añadió: “El tema en lo personal, lo doy por superado. Después está el institucional. Baratta amenazó a seis concejales. Los invitó a pelear, los insultó. Hasta a la madre de un edil le dijo que no le pegaba porque era una mujer. Nos encontramos con una persona que está representando a la ciudadanía, pero no funciona dentro del sistema democrático. Me gustaría que se resuelva políticamente que un dirigente no puede tener miedo, porque así no puede pensar, debatir”.

Por último, Montero aseguró que al edil denarvaísta Martín Sosa “solo por haberlo acompañado en un voto por un expediente, se le metió en la oficina, lo increpó, lo invitó a pelear”.

“Tiene ese problema, más de la mitad de su vida obedeció ordenes, no acepta que otro no esté de acuerdo. Entonces se enfurece”, conjeturó.

Y concluyó: “Yo creo que tiene que recapacitar. Hace un par de meses atrás le dijo a (el titular del Concejo, Héctor) Bonfiglio que si se pasaba, que le llame la atención. Esto habla bien de él. Reconoce que se va de boca y un poco más. Yo le pido que se integre de otra manera al Concejo, que participe de las comisiones, es una bomba de tiempo. En las sesiones habla, se enoja, se levanta y se va”.