La mañana recién empezaba para un grupo de alumnos y su profesor cuando dos delincuentes los despabilaron con un asalto. Los ladrones irrumpieron en el aula, apuntaron con un arma a los estudiantes y al docente, les robaron sus pertenencias y los dejaron encerrados para huir tranquilos sin que las víctimas pudieran pedir ayuda.

El hecho fue confirmado por el director de la Escuela Técnica N°1 de Famaillá, Vicente Aguilar, quien llamó a la Policía en cuanto se anotició de lo sucedido. El establecimiento está ubicado en el centro de esa ciudad, a tres cuadras de distancia de la comisaría.

“Quédense tranquilos, la hagamos callados, dénme los celulares, las billeteras y las llaves de las motos”, dijo uno de los ladrones en cuanto entró al aula y apuntó a las víctimas con un arma. Esa escena tuvo lugar en el anexo de la escuela, que funciona a 50 metros de la entrada principal del establecimiento, sobre calle Ara General Belgrano.

Con candado

Eran las 8.30 del miércoles. El profesor Bonifacio Almaraz comenzaba a dictar su clase correspondiente a la materia Diseño de Obra IV, a la que asisten los alumnos del último año. “De la nada aparecieron dos hombres, uno estaba armado, y pidieron los celulares, las billeteras y las llaves de las motos”, relató Alexander Molina. El joven de 18 años es uno de los estudiantes que resultó víctima del asalto.

Molina contó que uno de los delincuentes llevaba puesto un casco de motociclista y que su cómplice, quien empuñaba el arma, actuó a cara descubierta. Uno de ellos redujo al profesor, mientras que el otro recorría el salón, pupitre por pupitre, despojando a los alumnos de sus pertenencias. 

Todas las personas que se encon-traban en el aula entregaron sus teléfonos celulares sin chistar. Cuando los asaltantes terminaron de recoger el botín, le quitaron al docente las llaves del salón. Ambos huyeron con el llavero, tras dejar a las víctimas encerradas con doble candado.

Docentes de la escuela señalaron a este diario que los estudiantes se subieron a los bancos y comenzaron a gritar a través de los ventiluces del aula. Un hombre que pasaba por el lugar con su carro escuchó el pedido de auxilio y avisó a las autoridades de la escuela. “Tuvieron que romper los candados para que salgamos”, agregó Molina.

Ayer se había montado una guardia policial en la puerta del establecimiento, pero tanto profesores como alumnos continuaban asustados después de la experiencia vivida. La escuela está rodeada de rejas de hierro que, según comentaron algunos docentes, fueron colocadas para evitar que siguieran produciéndose robos de materiales educativos.

Aprehendidos

A partir de este hecho, la Policía realizó tareas de inteligencia y aprehendió a dos sospechosos, según confirmó el comisario Roque González, jefe de la unidad Regional Oeste. 

“Por cuestiones de reservas sumariales, la fiscalía pidió que no se informe al respecto. Sólo puedo decir que se están llevando a cabo medidas judiciales”, explicó el comisario. “En todos los establecimientos se ha montado un servicio de guardia, así como en los accesos a la ciudad”, agregó González.

La causa se tramita en la Fiscalía de Instrucción de la II° Nominación del Centro Judicial Monteros, a cargo de Jorge Ariel Carrasco.