Lacunza: "No sufro de estrés, disfruto de la adrenalina"

Lacunza:

El ministro de Economía de la provincia de Buenos Aires habla de todos los temas, y asegura que “la situación fiscal ha sido peor de lo que imaginábamos”, además de reconocer que los primeros días fueron sumamente difíciles. Finanzas y gustos personales.

Hernán Lacunza llegó al ministerio de Economía de la Provincia con el palmarés de haber sido anteriormente funcionario de la Cancillería durante dos años, cinco como Gerente general del Banco Central y dos en el mismo cargo en el Banco Ciudad. En el Central, en 2010, fue testigo directo de la pelea del gobierno kirchnerista con Martín Redrado. Ese episodio, que a la distancia recuerda como “divertido” y a la vez “tenso”, fue parte de la extensa charla con La Tecla en una oficina del Banco Provincia. 

-¿Fue más estresante aquella situación o llegar a la Provincia y tener que hacer un presupuesto contrarreloj?

-Los dos fueron exigentes. No sufro de estrés, en alguna medida disfruto de la adrenalina. No tengo el recuerdo de aquel momento como algo traumático, sí como un momento de mucha tensión. Y lo mismo ahora en la discusión del Presupuesto. En alguna medida disfruto de la esgrima política.

-Le dijeron “bienvenido a la Provincia” con lo del Presupuesto.

-Bueno, el comité de recepción fue un poco áspero. Fue más áspero de lo esperado, tanto por el Presupuesto como por los prófugos. Con el Presupuesto tuvimos tres semanas que se estiró la cuestión que pensábamos que no iba a ser necesario. De todas maneras salió un Presupuesto quizá mejor del que habíamos planteado nosotros.

-¿Financieramente se encontraron con lo que esperaban o con otra cosa?

-Sabíamos que la situación era delicada, que se había deteriorado mucho el funcionamiento de la Provincia y de las cuentas públicas. Incluso teníamos estimado algún desvío respecto de los números que se decían oficialmente, con un déficit de 15.000 millones de pesos. Lo que sucedió en los días posteriores al 10 de diciembre es que fuimos encontrando cada vez más pasivos demorados, cuentas por pagar; lo que en la jerga se dice facturas pisadas. La situación fiscal ha sido sensiblemente peor a lo que imaginábamos, con un desafío inmediato, porque realmente no teníamos dinero en la caja y la capacidad de crédito había sido agotada. Y había que afrontar pagos, entre sueldos y aguinaldos, de 22.000 millones de pesos y no teníamos nada. 

-¿Es cierto que el 31 de diciembre tenían sólo 174 millones de pesos en la caja?

-Sí. Era una situación muy estresante.

-En ese momento llegaron los 10.000 millones de pesos de Nación.

-Algo menos de 10.000 millones, que vinieron en forma de adelantos de coparticipación.

-¿Con eso está cumplida la promesa de asistencia de Nación? Vidal dijo que Macri ya le había dado ese dinero.

-Son temas distintos. Cuando llegamos encontramos un estrés de coyuntura en la caja más grave de lo esperado, porque no sabíamos que estaba agotada la capacidad de endeudamiento que había sido autorizada en el Presupuesto anterior. Ahí requerimos la asistencia financiera de la Nación, que llegó en forma de adelanto transitorio. Y una de las improntas de María Eugenia es revertir la situación en materia de obra pública, entonces se hizo un acuerdo de palabra con la Nación para recuperar por lo menos tres puntos de Coparticipación que la Provincia ha ido perdiendo en estos años, que pasó de recibir el 25 entre el ‘92 y 2002, a recibir actualmente 18. Y la ley dice que tiene que recibir el 21, entonces por lo menos queremos recuperar esos tres puntos que equivaldrían a unos 13.000 millones de pesos, para destinarlos a la obra pública. 

-O sea que eso todavía está pendiente.

-Sí. Lo que vino es por adelanto de Coparticipación, que se nos va a ir descontando a lo largo del año. 

-¿Cuánto es la deuda de la provincia de Buenos Aires hoy?

-La registrada son aproximadamente 120.000 millones de pesos. Lo que pasa es que hay mucha deuda flotante, todavía no registrada en los estados contables, básicamente, con proveedores. Y también hay mucha deuda, no contabilizada como tal, con organismos públicos que hoy están inhibidos en su funcionamiento porque no disponen de caja.

-¿Eso pasa porque todo entra en una cuenta única?

-En parte, sí. La cuenta única fue concebida como un buen instrumento de la administración de las finanzas provinciales, porque la lógica es atender desfinanciamientos transitorios con excedentes de otro organismo. Es una idea sana y hace que la Provincia pueda sincronizar sus finanzas sin pagar intereses. Lo que pasa es que si se devolviera a cada organismo sus fondos el rojo de la cuenta única es de 18.000 millones de pesos. Y se ha convertido en un mecanismo de financiamiento permanente algo que estaba concebido como un financiamiento transitorio.

-Una especie de rueda de auxilio que quedó de uso permanente.

-Exactamente, era una rueda de auxilio que ahora quedó fija en el automóvil. Esto hay que regularizarlo, porque todos los acreedores no tienen fondos y no brindan sus servicios a los beneficiarios.

-¿Y de cuánto es exactamente el déficit?

-El de 2015 es, hasta ahora, de 22.000 millones.

-¿Y el de 2016?

-En el Presupuesto tenemos planteados 16.000 millones.

-¿Piensan salir al mercado internacional de inmediato?

-No hay necesidad urgente de salir al mercado.

-¿Cuál sería el techo de tasa que pagarían?

-No me gusta hablar del precio del mercado y hacer pronósticos sobre el precio de mercado, porque depende de muchas circunstancias, incluso ajenas a las decisiones de la Provincia, o de su situación financiera y fiscal, depende del contexto internacional y de la macro nacional.

-Usted dijo que la negociación con los holdouts no es determinante.

-La Provincia no está inhibida por los holdouts, así que podemos salir antes o después. Digo que no es determinante porque como la negociación está iniciada, el rendimiento de la deuda está contando con un acuerdo; obviamente que cuando se concrete va a tener un efecto adicional, pero parte ya está siendo reconocido en el rendimiento de la deuda; o sea en la tasa.

-El gobierno anterior decía que no salía a veces al mercado internacional porque las tasas eran demasiado altas. ¿Hoy los mercados están más flexibles?

-El gobierno anterior no tenía crédito a ninguna tasa. Parte del desendeudamiento no fue voluntario sino que fue compulsivo, no es que era una decisión política de la autoridad de turno, sino que era que nadie nos quería prestar a tasas razonables. Este Gobierno, empezando por la Nación y siguiendo por la Provincia va a tener más crédito a tasas razonables porque estamos mostrándole al mundo que la Argentina quiere volver a insertarse en él, tanto en la esfera comercial como en la financiera. Creo que vamos a acceder al crédito en condiciones más favorables que la administración anterior.

-Si hiciéramos una nota el 10 de diciembre de 2019, ¿qué le gustaría que quedara como conclusión?

-Me gustaría que quedara una Provincia con una base de infraestructura más visible, más potente y poderosa; que la Provincia no se inunde cada vez que llueve, que ir por una ruta no obligue a hacer el tren delantero cada vez que llegamos a destino y, fundamentalmente, que las setecientas mil familias del Conurbano que hoy no tienen agua potable y el millón trescientos que no tienen cloacas las tengan. Esos son los tres ejes del plan de infraestructura que tenemos. Y que quede una menor presión tributaria sobre el contribuyente, y una asignación de recursos más eficiente que venza esta lógica perversa de recaudar nada más que para pagar sueldos.

-Parece, por el tono que usa y la pausa, un tipo de parar la pelota, de mirar el panorama. ¿Es así?

-Sí, y así juego de dos también.

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