Kirchneristas vs. macristas: cómo salir de la grieta, la obsesión de Sergio Massa

Kirchneristas vs. macristas: cómo salir de la grieta, la obsesión de Sergio Massa

El FpV y Cambiemos se tiran cada vez más fuerte. Por la ancha avenida del medio, el Frente Renovador, que decidió pegarles a los dos por igual. El papel de la Escuela de Gobierno y el backstage de la reunión casi secreta en Parque Norte.

Las últimas movilizaciones, la del 24 de marzo y la del 1 de abril, muestran a las claras que, lejos de ir cerrándose, la grieta es cada vez más profunda. De un lado, el peronismo y el kirchnerismo, y del otro lado, Cambiemos. En el medio, por la “ancha avenida del medio”, el Frente Renovador. El problema para Sergio Massa es que, al menos desde afuera, la ancha avenida se ve cada vez más angosta. 

No opinan igual en las huestes renovadoras (tampoco los alfiles de Margarita Stolbizer) y confían en que quienes fomentan la grieta, o sea los que gobiernan ahora y los que gobernaron antes, pierden votos mes a mes, día a día. Por tal motivo se muestran esperanzados y señalan, sin vueltas, que van a alzarse con la victoria en las venideras elecciones legislativas. 

“Se está agrandando la grieta que, teóricamente, el Gobierno venía a cerrar”, se-ñaló el diputado nacional Marco Lavagna, y resaltó que “el gobierno de Macri decidió hablarle a una partecita de la población y confrontar con el otro extremo, que es el pasado”, dejando en claro que ellos no están de un lado ni del otro, sino que transitan por la “ancha avenida del medio”. 

“Lo mismo que hace el sector opuesto, que lo que realmente quiere es generarle un daño al Gobierno”, subrayó el hijo del exministro de Economía Roberto Lavagna, y se atrevió a mostrar en números el lugar de donde tiene pensado el massismo sacar los sufragios. “Son un 15 por ciento de un lado y un 15 por ciento del otro, cuando en el medio está el 70 por ciento de la población pasándola mal”, completó. 

La grieta, la famosa grieta. El massismo sabe que necesita salir, dejarla atrás; y aunque la idea sea no mostrar estrategias electorales ni nada que se le parezca, ése fue uno de los puntos tratados en la cumbre casi secreta llevada a cabo el miércoles pasado en el predio porteño de Parque Norte. “Pegarles a unos y a otros, mostrar que la gente está cansada de tanta división”, contó que se dijo uno de los asistentes. 

No sólo se trata de palabras vacías de contenido. En el Frente Renovador resaltan que la grieta es una especie de invento mediático y político, y lo que verdaderamente vale es la opinión de la calle. “La sociedad no quiere más divisiones, no quiere más peleas y ni siquiera tiene que ver con el massismo, pero es ahí donde debemos apuntar, a la gente que no se siente ni K ni macrista, que, dicho sea de paso, son muchos”, afirmó la fuente.

Massa y los suyos están convencidos de que la brecha política pierde adeptos tanto de un lado como del otro. Y que en el medio, con un equipo de profesionales preparado para Gobernar, están ellos, a la espera de que “la gente se dé cuenta”, afirmó un exlegislador. “Sabemos que no es fácil, pero la idea es diferenciarnos tanto de unos como de otros”, agregó el peronista del interior.

“Miles de personas que votaron a Macri, que no son fanáticas ni están ciegas de bronca contra Cristina, no van a jugar con el Pro, no van a apoyar los tarifazos, el ajuste, el crecimiento de la pobreza”, mencionó la misma fuente, y añadió que “miles de personas que votaron a Scioli, que no son fanáticas K, no van a apoyar a los que apañaron a José López, a Lázaro Báez y a la corrupción en general”. 

Por caso, Raúl Aragón, que es uno de los encuestadores que trabajan para Massa, les comunicó no hace mucho tiempo -así dijo un allegado, al menos- que el número del Frente para la Victoria es 35 por ciento. La especulación en el massismo es que Massa debería sacarle 5 a ese 35 y otros 5 a un 40 que tiene hoy por hoy María Eugenia Vidal. De ese modo, el Frente Renovador se metería en la conversación. 

Vale destacar que la primera puntada, la inauguración de la estrategia antigrieta, 

la dio el mismísimo Massa un día antes del cónclave de Parque Norte, en la presentación de la Escuela de Gobierno en la ciudad de San Nicolás. 

“Tuvimos el coraje que otros no tuvieron y frenamos el sueño de Cristina eterna. Con ese mismo coraje, cuando vemos que el Gobierno de Macri gobierna para los ricos, le marcamos los errores”, enfatizó el diputado, y remató: “Un sector que quiere que al Gobierno le vaya mal y el oficialismo esconde su incapacidad para solucionar los problemas actuales; kirchnerismo y macrismo representan una desilusión para la gente”.

Por supuesto, no sólo alcanza con los descontentos de un lado y del otro. Por eso es que en las filas renovadoras cuentan como propios, atesorados, los votos que el jefe obtuvo en 2015 en territorio bonaerense. “Ese 22 por ciento que Sergio sacó en la Provincia sigue siendo nuestro, por más que algunos digan que muchos de esos votos se fueron en el balotaje”, afirmó ante La Tecla un dirigente del Conurbano. 

Mientras tanto, los radicales y los macristas de Cambiemos y el Frente para la Victoria, ya sean los peronistas o los kirchneristas, juegan a tirarse entre ellos, a no visibilizar a Massa. A veces sale sin querer y otras tantas veces es a propósito. Los primeros insisten con la “pesada herencia” y la corrupción, y los segundos alzan la voz contra el rumbo de la economía y el crecimiento de la pobreza. En el medio, en el hueco que deja la grieta, la troop del hombre de Tigre.

“Una de las frases a utilizar es ‘somos oposición, pero somos lo que la sociedad necesita’”, indicó un renovador que pisa fuerte en una de las secciones del interior. ¿Será útil la estrategia? ¿Podrá el massismo sortear la grieta? ¿Podrá Massa seguir alejado del peronismo no K, o tendrá que hacerle caso a Solá y, de a poco, pegar la vuelta? Si se da esto último, será recién con miras a 2019. Las legislativas, además de ser una gran batalla, serán ordenadoras de cara al futuro.

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