El kirchnerismo puja con el PJ por el armado de las listas en el interior

El kirchnerismo puja con el PJ por el armado de las listas en el interior

Sin el poder de antes, debe pelear por los lugares; sólo en cinco distritos tiene posibilidades de encabezar

 

Atrás quedaron los días en que una llamada de Cristina Kirchner o de Carlos Zannini podía modificar la conformación de una lista en casi cualquier distrito. En sus primeras elecciones fuera del poder, el kirchnerismo cierra filas en el interior y, en minoría en casi todas las provincias, puja con el PJ para, en el mejor de los casos, colocar dirigentes propios en lugares "entrables".

El contraste con 2015, cuando sólo La Cámpora encabezó la oferta electoral del Frente para la Victoria (FPV) en nueve distritos, es muy marcado. Por fuera de la Capital y de la provincia de Buenos Aires, el kirchnerismo tiene posibilidades de ocupar el primer lugar de listas competitivas en sólo tres distritos: Santa Cruz, Tierra del Fuego y, en menor medida, Santa Fe.

El mapa político muestra que el PJ tradicional avanzó en un proceso de deskirchnerización sólo atenuado por la vigencia política de la ex presidenta. La mayoría de los armados provinciales anclados en su figura no lograron, sin embargo, erigirse como actores de peso. El sello del FPV desaparecerá en casi todos los distritos.

"Hay gobernadores, como Manzur [Juan, de Tucumán], que siguen usufructuando la imagen de Cristina, pero que ya no le responden. Exigimos que se nos respete como espacio, de acuerdo con la representatividad que tenemos en cada lugar. Si eso no se cumple, vamos a tener que dar la pelea", dijo a LA NACION un dirigente de La Cámpora muy cercano a la ex presidenta.

Incluso en los tres lugares donde aspiran a encabezar las listas no la tendrán nada fácil. Sólo en Santa Cruz, donde Alicia Kirchner atraviesa una severa crisis, el kirchnerismo es el sector hegemónico en el peronismo. La Cámpora en Tierra del Fuego y el ex diputado Agustín Rossi en Santa Fe están en plena tensión con las figuras fuertes del peronismo local: la gobernadora Rosana Bertone y el senador Omar Perotti, respectivamente. Al grupo con posibilidades de encabezar las listas podría sumarse Chaco, donde el intendente de Resistencia, Jorge Capitanich, espera que el gobernador y jefe del PJ local, Domingo Peppo, lo habilite a manejar el armado de las listas nacionales, después de que "Coqui" le cedió el control de las nóminas provinciales.

En otras tres provincias donde el kirchnerismo está en minoría pero tiene un espacio consolidado, como Tucumán, Mendoza y Entre Ríos, la dirigencia más cercana a la ex presidenta reclama lugares "entrables". En caso de no ser tenida en cuenta, amenaza con dar la pelea en las PASO o, incluso, armar lista propia para las generales.

También se registran tensiones en San Juan. En medio de una disputa de liderazgo entre el gobernador Sergio Uñac y el ex gobernador José Luis Gioja, el kirchnerismo reclama una fracción menor en el reparto de lugares "entrables". Encabezado por el senador Ruperto Godoy, el espacio organizó un acto el mes pasado en el que Axel Kicillof compartió escenario con Gioja.

En el resto del país, las construcciones propias del kirchnerismo son menos significativas. Se nota menos en distritos donde tiene una relación aceptable con el gobernador, como Formosa y Catamarca. A ese grupo se sumó San Luis, a partir del acercamiento entre Cristina y Alberto Rodríguez Saá.

Son particulares los casos de Río Negro y Neuquén, donde el kirchnerismo está en minoría, pero, sin esperar lugares para dirigentes propios, se recuesta en un sector afín del PJ. Sin posibilidades de ser protagonista, planea presentar listas propias en La Rioja, Misiones y Salta, mientras que en el resto de los distritos ni siquiera tiene asegurada la presencia electoral.

En Tierra del Fuego, el kirchnerismo cuenta con los intendentes Walter Vuoto (Ushuaia) y Gustavo Melella (Río Grande). La intención es colocar como primer candidato al diputado Martín Pérez, de La Cámpora. Si no hay acuerdo con la gobernadora, el kirchnerismo irá por fuera. En Santa Fe, Rossi pretende que el sector dominante del PJ se involucre en unas PASO en las que él será precandidato. Pero el partido podría romper con el kirchnerismo y aliarse al Frente Renovador. En esa hipótesis, Rossi debería competir por su cuenta.

Mendoza y Neuquén son modelos en el proceso de deskirchnerización. El PJ abandonó el sello del FPV. En Mendoza, la decisión fue resistida por el kirchnerismo, que, encabezado por el diputado Guillermo Carmona, pide ir a unas PASO y amenaza con presentar una lista por fuera. En Neuquén, tras la renuncia al PJ de Nanci Parrilli, el partido quedó a cargo de Darío Martínez, un diputado que el kirchnerismo considera aliado.

En Entre Ríos y en Tucumán, las fuerzas de la ex presidenta mostraron los dientes con la organización de actos y congresos para que el PJ no las deje fuera de las listas. Tiene mejores posibilidades en Entre Ríos, donde podría participar con la diputada Carolina Gaillard, del espacio de Sergio Urribarri, pero cercana al kirchnerismo.

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