No hubo ola amarilla. Ni siquiera un buen resultado para el Gobierno. En el kirchnerismo hacen una lectura a contracorriente de las elecciones primarias. La interpretación kirchnerista indica que Cambiemos perdió en 14 de los 24 distritos del país, incluida la provincia de Buenos Aires, y que el espacio que responde a Cristina Kirchner tuvo desempeño bueno o aceptable en todos los territorios donde compitió.

Sin dar detalles de la estrategia, en el Instituto Patria aseguran que, de cara a octubre, la ex presidenta insistirá en el eje económico como receta para hablarles a los dos tercios del electorado que no votaron al oficialismo. Consideran que el mayor logro de la campaña en Buenos Aires fue que toda la oposición terminó hablando de lo que Cristina quería que se hablara y en los términos que ella propuso. Eso demuestra, argumentan, que fue acertado no competir en unas PASO con Florencio Randazzo.

En el análisis del mapa electoral surgen las primeras diferencias con la lectura que hizo la Casa Rosada y la mayor parte de los analistas políticos. Pese a que Cambiemos mejoró su performance respecto de 2015, en el kirchnerismo destacan que la mayor parte de los distritos votó en contra del oficialismo. Como ya dijo la ex presidenta, en su entorno repiten que el Gobierno manipuló la presentación de los datos del escrutinio provisorio para instalar un escenario que no se corresponde con la realidad.

Destacan los resultados de Buenos Aires y de Santa Fe. Y aseguran que el conteo definitivo va a confirmar el triunfo de Unidad Ciudadana en el principal distrito del país. En el Instituto Patria creen que la victoria podría haber sido más clara, pero que Cambiemos creció en los días previos a las PASO como consecuencia de un voto útil anticipado que migró al oficialismo desde las terceras fuerzas: 1 País en suelo bonaerense y el socialismo en Santa Fe. Consideran que el porcentaje que obtuvo Cambiemos responde a que todavía hay un sector de la sociedad que espera que la situación económica mejore.

Anotan también como triunfos los resultados de Tierra del Fuego, donde ganó la lista encabezada por el camporista Martín Pérez, con el 21% de los votos; Río Negro, con la boleta encabezada por María Emilia Soria, y Chubut, donde el kirchnerismo fue el sector más votado.

El análisis kirchnerista ve con buenos ojos el resultado en Santa Cruz, donde Cambiemos se impuso por más de 16 puntos de ventaja. Señalan que el oficialismo provincial, de la gobernadora Alicia Kirchner, alcanzó casi 30%, pese a la crisis severa de la provincia, que atribuyen a una "asfixia" del gobierno nacional. Lo comparan con lo que pasa en Jujuy, distrito favorecido por el envío de fondos discrecionales por parte de la Nación, y remarcan que Cambiemos rondó ahí el 36% y perdió en seis de los nueve departamentos de la provincia.

Con ese mapa en la cabeza y con un anhelado triunfo en el escrutinio definitivo en Buenos Aires, el kirchnerismo cree que habrá que insistir en cuatro cuestiones: los aumentos de tarifas, la pérdida del empleo, los problemas de los que tienen dificultades para asegurarse los alimentos y las trabas para que los jubilados accedan a los medicamentos. El resto de la estrategia, que incluirá también mayor apertura con la prensa, se irá conociendo de a poco.