El núcleo de Cristina Kirchner aceptó el giro de moderación que le imprimió Alberto Fernández a la relación con el gobierno del venezolano Nicolás Maduro. 

Luego de que la policía bolivariana impidiera a Juan Guaido acercarse al Congreso de Venezuela, el gobierno de Alberto Fernández emitió un comunicado con críticas inusualmente duras para el régimen de Nicolás Maduro, para provenir del kirchnerismo.

En el comunicado el gobierno argentino evitó referirse directamente a Guaidó, a quien Alberto Fernández no reconoce como presidente del país caribeño y pese a que no se sumó a la condena del Grupo de Lima, sostuvo que lo ocurrido en Venezuela "resulta un nuevo obstáculo para el pleno funcionamiento del estado de derecho, condición esencial para permitir encaminar una salida transparente" a la crisis de Venezuela.

Guaidó celebró el comunicado este lunes: "Destaco la posición de la Argentina, que señaló claramente el atropello contra el parlamento venezolano", dijo en rueda de prensa, según los diarios El Pitazo y Tal Cual.

Alberto intentó hacer un equilibrio entre la posición que venía tomando su antecesor Mauricio Macri, de alineamiento total a Estados Unidos en las cuestiones geopolíticas pero también con la postura pro Maduro que cultivó el kirchnerismo duro durante años.

Cerca de Cristina dijeron a LPO que las maniobras de Maduro de las últimas horas se tornaron muy difíciles de defender y que Alberto "hizo lo que tenía que hacer". "Tenemos que pagar la deuda además", dijeron en el cristinismo. El silencio de toda la plana kirchnerista durante este lunes fue la evidencia de ese pragmatismo.

La moderación de Alberto, de todos modos, sigue siendo distante de la postura del gobierno de Donald Trump, que amenazó a Maduro con sanciones y aseguró que incrementará la ayuda económica y diplomática a la oposición que lidera Guaidó.

El secretario de Estado de EEUU, Mike Pompeo, felicitó a Guaidó por su "reelección". Tras la salida de Macri, Pompeo encontró otro aliado en el Mercosur, además de la alineación acrítica del brasileño Jair Bolsonaro: el presidente electo de Uruguay, Luis Lacalle Pou. Pompeo llamó a Pou este lunes para "profundizar la cooperación" de cara a la "resolución de la crisis humanitaria" en Venezuela y el "fortalecimiento de las instituciones democráticas" en la región.