El kirchnerismo buscó legitimar en el Congreso los pilares de su gestión

El kirchnerismo buscó legitimar en el Congreso los pilares de su gestión
La nulidad de las leyes del perdón, la recuperación de YPF y el sistema jubilatorio, la Ley de Medios, el matrimonio igualitario, empujaron cambios decisivos. La crisis política que produjo la 125.
El kirchnerismo ha revitalizado el rol del Congreso de la Nación a lo largo de su gestión a cargo del Poder Ejecutivo. Casi la totalidad de las normas que actúan como apéndice normativo del proyecto político que hoy encabeza Cristina Fernández de Kirchner fueron debatidas y aprobadas por el Poder Legislativo. Desde la nulidad de las leyes de impunidad hasta la recuperación de YPF por parte del Estado, pasando por la nacionalización de los fondos de las AFJP, la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual y el matrimonio igualitario, entre otros, encontraron su destino en los recintos parlamentarios.

La búsqueda de la legitimidad que aporta la aprobación de las iniciativas por parte del Parlamento forma parte del ADN del Frente para la Victoria. Allí están los números, los discursos presidenciales y las versiones taquigráficas para comprobarlo. Así, el kirchnerismo, casi resignificando aquella frase de Leopoldo Marechal en la que el poeta y escritor aseguraba que "De todo laberinto se sale por arriba", sostiene que de todo debate instalado en la sociedad se sale por el Congreso.

Sin recurrir al archivo ni la búsqueda minuciosa, se pueden recordar fácilmente por lo menos una decena de normas fundacionales que pasaron por el Parlamento. Una suerte de decálogo normativo de la década kirchnerista.

No pasó mucho, tan sólo unos meses desde que Néstor Kirchner había prometido ante la Asamblea Legislativa no dejar sus convicciones en la puerta de la Casa Rosada, cuando ingresó el proyecto de Ley que establecía la nulidad para la leyes de obediencia debida y punto final. El 12 de agosto de 2003, la Cámara de Diputados aprobaba el proyecto impulsado originalmente por la diputada Patricia Walsh, que quedó convertido en ley ocho días más tarde en el Senado.

El 21 de diciembre de 2005, el oficialismo conseguía, sin el apoyo de la Unión Cívica Radical, el aval para una nueva ley de financiamiento educativo que cosechó 204 votos positivos el día de su sanción en la Cámara Baja.

La norma que establece la inversión del 6% del PBI en educación sería, a partir de ese día, una de las banderas que el kirchnerismo sacaría a relucir con orgullo en cada debate.

El 3 de septiembre de 2008, ya con Cristina Fernández ejerciendo la presidencia, el Congreso Nacional aprobó el proyecto del Ejecutivo para la reestatización de Aerolíneas Argentinas. Fue menos de dos meses después de la crisis política desatada por el "voto no positivo" de Julio Cobos en el debate por la Resolución 125, acaso uno de los pocos fracasos legislativos del FPV. La recuperación de la aerolínea de bandera obtuvo un alto grado de acompañamiento en ambas cámaras, 167 votos favorables en Diputados y 49 en el Senado.

Un mes más tarde, el primer miércoles de octubre, y tras un intenso debate que duró algo más de ocho horas, el oficialismo logró darle fuerza de ley en el Senado a la movilidad jubilatoria. La norma que otorga dos aumentos al año a los jubilados fue rechazada por la UCR y la Coalición Cívica que la consideraron "confiscatoria" e "inconstitucional" y recibió duros cuestionamientos de los medios concentrados que acusaban al gobierno de avanzar sin consenso.

Cinco años tardó el radicalismo en darle públicamente la razón al Ejecutivo. Hace tan sólo una semana, en medio de los debates que aborda el Congreso en estos tiempos, el senador jujeño por el partido centenario, Gerardo Morales, reconoció que la fórmula contemplada en la norma había sido un acierto.

Dos meses más tarde, en noviembre de 2008, el Congreso dio por tierra con otro de los pilares del menemismo, sancionó por amplia mayoría la ley que estatizó las AFJP y le devolvió al Estado el manejo de los fondos previsionales.

Ya en octubre de 2009, de cara a un recambio parlamentario que modificaría la relación de fuerzas en el Congreso y tras un extenso debate que incluyó audiencias públicas y todo el país se aprobó la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual. Así el kirchnerismo derogaba la ley de radiodifusión impuesta por la dictadura cívico-militar y, después de 26 años, saldaba una deuda de la democracia.

El 15 de julio del 2010, en lo que significó un hito en la ampliación de los derechos civiles, el Congreso Nacional sancionó la modificación del Código Civil para permitir el casamiento entre personas del mismo sexo. Por aquel entonces existía el Grupo A que mantenía virtualmente paralizado al Congreso y Néstor Kirchner era diputado. El día anterior a la sesión, el ex presidente juntó a todos los legisladores del FPV –senadores y diputados– en el segundo piso del Palacio Legislativo y les dejó en claro la importancia de apoyar la norma. Si bien la aprobación se plasmó algunas horas más tarde en el cartel electrónico del recinto, la realidad indica que la ley consiguió el número de votos necesarios para ser aprobada en esa reunión y a instancias de Kirchner.

Casi al finalizar la sesión, entrada la madrugada, Néstor Kirchner se hizo presente en el recinto para dejar sentada su posición en la votación que convertiría a la Argentina en el primer país en Latinoamérica en tener una norma de este tipo y el segundo en América, luego de Canadá.

En mayo de 2011, el kirchnerismo volvía a vencer la inercia del ya casi inoperante Grupo A y lograba mediante la sanción de una ley otro hecho histórico: la regulación de la medicina prepaga. Tres años y medio le tomó al oficialismo alcanzar su objetivo. El looby de las empresas prestadores y la negativa de los distintos sectores de la oposición, especialmente la Unión Cívica Radical, demoraron la intención de ponerle un marco regulatorio por primera vez en la historia a un negocio millonario.

Ya en 2012, con el respaldo electoral obtenido en 2011 plasmado en las bancas, el FPV avanzó en la reforma de la Carta Orgánica del Banco Central y puso a la entidad financiera en sintonía con el proyecto económico.

En su segundo mandato, la presidenta impulsó la recuperación de YPF. El 3 de mayo de 2012, tras una sesión que duró dos días, la Cámara de Diputados convirtió en ley un proyecto que dispuso la nacionalización de la petrolera.

El decálogo aparece como exiguo al repasar la totalidad de la trayectoria parlamentaria del FPV. La Ley de Identidad de Género, la Ley de Tierras, la reforma del Mercado de Capitales y la Ley de fábricas recuperadas son algunos ejemplos más de la potencialidad y la dirección del trabajo realizado por los bloques oficialistas en el Congreso. En tanto, la inminente sanción de la Ley de Fertilización Asistida, del paquete de medidas para democratizar la justicia y de la unificación del Código Civil y Comercial indican que la profundización prometida goza de buena salud. «

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