Dos temas principales desvelan por estas horas al ex ministro de Economía de Cristina Fernández. Se trata de la elaboración de su primer Presupuesto, y la estrategia para reestructurar la deuda con los bonistas, además de los compromisos pendientes heredados de la gestión de María Eugenia Vidal. 

No es para menos, Axel Kicillof se vio obligado en diciembre último a prorrogar al Presupuesto de 2019, que elaboró su antecesora macrista, por no contar con un proyecto de "referencia" por parte del Gobierno nacional. Es que, por lo general, las provincias aguardan la aprobación de la iniciativa en el Congreso para luego dar tratamiento en sus territorios. 

Aún así, el Ejecutivo provincial logró aprobar una Ley de Emergencia que le permitió la reasignación de partidas, el congelamiento de tarifas por 180 días, así como también la posibilidad de rescindir contratos del sector público y la renegociación de la deuda, tanto con tenedores de bonos y proveedores, tema sumamente sensible para la nueva administración.

Sucede que desde Calle 6 analizan varios números en rojo en distintas áreas. La suma a proveedores del Estado es la más cuantiosa, mientras que a la obra social de la provincia de Buenos Aires (IOMA) se le deben cerca de ocho meses en distintos conceptos que ascienden a unos 6.500 millones de pesos.  

Pero eso no es todo, en el Ministerio de Gobierno hay deudas por unos 80.000 millones, en variables que van desde insumos para fotocopias hasta alquileres, y que se suman a compromisos en otras carteras, como los que tienen que ver con certificados de obra pública que no se pagan desde hace dos años.

Para el gobernador y sus funcionarios la situación es tan crítica que supeditan otras cuestiones al tema de la deuda. Sólo en el año en curso aseguran que hay vencimientos por 2900 millones de dólares, y el próximo 26 se vencen 250 millones de dólares, tema que motivó incluso una conferencia de prensa para explicar la postergación de los pagos. 

Asimismo, quienes rodean al primer mandatario provincial se mostraron optimistas con los futuros acuerdos por las deudas, e incluso prevén saldar esos compromisos sin tener que volver a emitir bonos. "Esa es nuestra prioridad", remarcan. 

Ante este panorama, desde el Gobierno adelantaron que el cierre de paritarias con los docentes y estatales estará atado a la resolución de acuerdos con acreedores y bonistas. "Recién vamos a lograr resolver la paritaria después de cerrar el tema deuda", puntualizaron desde la mesa chica de Kicillof a este medio.