Kicillof deberá explicar en el Congreso si entrega un Banco Central con patrimonio negativo

Será en la presentación del presupuesto 2016, que ignora pagos en la deuda pública. El misterio del Senado.

El martes 15 de septiembre Axel Kicillof deberá enviar el presupuesto de 2016 y en el Congreso ya especulan con el compendio de artilugios retóricos que usará para negar que el próximo presidente recibirá un Banco Central con reservas comprometidas y un patrimonio negativo.

Como ya explicó LPO, ese fue el planteo que en la bicameral sobre el origen de la deuda le hizo a Alejandro Vanoli, pero no logró que respondiera.

 

 

 

El presidente del Banco Central se había jactado sobre una baja deuda externa en relación al PBI y el diputado le recordó que el endeudamiento, en realidad, lo toma su entidad al cambiar pesos por letras del Tesoro.

 

 

 

“Vanoli toma como patrimonio del Central 55.800 millones de dólares en Letras que le permiten una ganancia. Pero si el Tesoro las desconoce, porque ignora la deuda pública, el Central tendría patrimonio negativo y por lo tanto no podría transferir utilidades”, agrumentó Lozano.

 

Vanoli no le respondió pero sí deberá hacerlo Kicillof, sobre todo porque el borrador del presupuesto 2016 que envió al Congreso no contempla pagos extras de la deuda externa para un posible acuerdo con los fondos buitres y minimiza el pago de los vencimientos internos.

 

"Cerca del 63% de los servicios de deuda para el 2016 estarán constituidos por obligaciones con organismos públicos nacionales que en su gran mayoría tendrán recursos necesarios y la autorización correspondiente para refinanciarlos” señala un tramo del informe preliminar.

 

Contempla la opción de continuar con esta vía de financiamiento mediante la venta de bonos a los Bancos (Lebac, Bonac 16 o Bonar 24), mecanismos más usado este año por Kicillof.

El ministro ya tomó un endeudamiento de 124.547,3 millones de pesos, justamente luego de la adjudicación de 5.326.846.535 pesos en el marco de una nueva licitación del BONAC 16, anunciada hoy por el Ministerio de Economía. 

El informe del presupuesto habla de nuevas “suscripciones de Letras del Tesoro”, o sea, los habituales préstamos del Central.

 

Sólo reconoce como principales vencimientos los del Club de París en mayo de 2016 y los intereses de los bonos Discount en junio y Par en diciembre. Serán claves los swap de divisas con China, aunque la devaluación de la moneda oriental juega otra mala pasada. 

 

Y no hay fondos previstos en el bosquejo del presupuesto para un acuerdo con los fondos buitres que engrose estas obligaciones y mucho menos para los “me too” (yo también), como se denomina a los acreedores que demandan condiciones similares a los favorecidos por el juez Griesa y representarían cerca de u$s 20.000 millones.

 

O sea, si el presidente que suceda a Cristina quiere acordar con estos acreedores deberá buscar un financiamiento por fuera del presupuestado.

 

En realidad, nadie sabe bien cuál será la actitud del oficialismo sobre todo en el Senado, donde Scioli tiene más llegada y se supone que podría frenar el proyecto si en octubre queda bien parado.

 

Pero por ahora la elección general está lejos, Scioli camina al lado de Cristina y Kicillof podría avanzar como si nada pasara. Chocará con los legisladores de la UCR y el PRO, quienes reclamarán precisiones sobre la herencia económica.

 

“Esta semana vamos a empezar a trabajar juntos. Pensamos que Macri será presidente y por lo tanto queremos saber con qué contamos”, adelantó a LPO Miguel Bazze, diputado radical y vicepresidente de la Comisión de Presupuesto.

 

Bazze admitió que Roberto Feletti, presidente de la Comisión, no le informó cuando está prevista la visita de Kicillof y menos aún la agenda de trabajo. También son tiempos de la campaña electoral.

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