Justin Trudeau, el joven primer ministro de Canadá que visita por primera vez la Argentina

Justin Trudeau, el joven primer ministro de Canadá que visita por primera vez la Argentina

Es hijo de Pierre Trudeau, que gobernó Canadá entre 1968 y 1984; hoy se reunirá con Macri en su primera visita al país.

Es joven. Es carismático. Es simpático. Es liberal. Es feminista. Es popular. Es hijo de un padre que décadas atrás estuvo en su mismo lugar. Es guapo. Es fanático de las selfies. Es canadiense.

El primer ministro Justin Trudeau llega hoy a la Argentina para reunirse con el presidente Mauricio Macri , en su primera visita oficial al país desde su llegada al poder, hace ya un año.

Con 44 años, Trudeau comenzó a delinear su perfil de líder desde la adolescencia, después de vivir los primeros 13 años de su vida en la residencia oficial de Canadá. Su padre gobernó ese país entre 1968 y 1984, con una breve interrupción, y sigue siendo hoy un emblema del Partido Liberal. Después de diez años con el conservador Stephen Harper en el poder, Trudeau se puso como meta encaminar a Canadá en el rumbo iniciado por su padre: aumentar los impuestos a los ricos y apuntalar una economía debilitada.

Es licenciado en Educación de las Universidades McGill y de British Columbia y fue un líder destacado desde su juventud. En Internet se puede rescatar el video de un joven Justin, de 18 años, defendiendo la soberanía de Quebec antes de un referéndum en el año 2000.

En el año 2000, ya todos lo conocían. Justin Trudeau brindó un emotivo panegírico en el funeral estatal de su padre, en el que instó a Canadá a cimentar la visión de Pierre Trudeau de una nación unida y multicultural en un discurso conmovedor. "Depende de todos nosotros, de todos nosotros ahora", dijo en ese entonces, con 28 años.

Trabajó, entre muchas otras cosas, como instructor de snowboard, camarero, portero, orador y profesor de francés. En 2008, a los 35 años, tras su primera campaña política, ganó una banca en el Parlamento en representación de un distrito de clase trabajadora de Montreal. En 2011, Justin fue reelecto.

Desde que está en el Parlamento, Trudeau no tuvo pudor cuando de actos caritativos se trataba. En un evento solidario de 2011, recaudó unos 1500 dólares por hacer un striptease parcial en un evento para juntar fondos para investigar sobre enfermedades renales. Al año siguiente, participó de una pelea de box solidaria contra el senador conservador Patrick Brazeau.

Está casado con Sophie Gregoire, una ex conductora de televisión de Quebec. Tiene tres hijos: Xavier de 9 años, Ella-Grace de 7 y Hadrien de 2.

Su política durante su primer año

En total, fueron 219 las promesas que hizo durante la campaña en la que buscó convertirse en el político más importante de Canadá. De acuerdo a una nota publicada por el diario The Guardian, ya cumplió 34 y alistó el camino para concretar 64 más.

Durante su primer año al frente del gobierno del país del norte, Trudeau dio incentivos a los científicos que trabajan para instituciones públicas, finalizó los bombardeos de su país contra el Estado Islámico , dio refugio a 33.239 inmigrantes sirios, pidió investigar la desaparición y el asesinato de miles de mujeres indígenas hasta la paridad de género en su gabinete, aumentó las asignaciones familiares y se puso al frente de la lucha contra el cambio climático.

Su relación con EE.UU.

No bien se enteró que el republicano Donald Trump había conseguido la victoria en las elecciones de la semana pasada, Trudeau llamó al millonario para felicitarlo. Cuando contó sobre qué habían hablado, el gobernante canadiense dijo que fue una llamada "breve pero fue un sólido inicio de lo que va a ser una relación constructiva".

Pero lo cierto es que Canadá y Estados Unidos , junto con México , integran el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) y que el magnate basó gran parte de su campaña electoral hablando sobre una renegociación del acuerdo, lo que en Canadá es visto con temor, ya que el tráfico bilateral de mercancías supera los 1500 millones de dólares al día.

Además, en su visita a Cuba esta misma semana, el primer ministro anunció que eliminaría la exigencia de visa para los mexicanos, impuesta hace siete años, dado que "entorpece" las relaciones con el país latino, según él mismo dijo. Este pequeño gesto, en este momento del mundo, es una toma de posición clara que se opone al muro en la frontera que quiere construir Trump.

La semana pasada, tras conocerse que Trump se convertirá en enero en el 45to presidente de Estados Unidos, la página web de migraciones de Canadá dejó de funcionar tras colapsar a causa de los muchos estadounidenses que querían entrar y conocer las condiciones para instalarse en su vecino del norte.

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